Cómo se actúa ante casos de violencia en las aeronaves

Cómo se actúa ante casos de violencia en las aeronaves

Los viajantes que perturban la calma en los vuelos son llamados “pasajeros disruptivos”. Las aerolíneas tienen un paso a paso para intervenir en estos casos.

TENER PAZ A BORDO. La tripulación de la aeronave tiene el difícil trabajo de tranquilizar a los pasajeros que pierden la calma durante un vuelo.  TENER PAZ A BORDO. La tripulación de la aeronave tiene el difícil trabajo de tranquilizar a los pasajeros que pierden la calma durante un vuelo.

El video de un tucumano a los gritos en un vuelo de cabotaje se extendió como reguero de pólvora en internet. Todo se debió a la niebla que sorprendió a la provincia al inicio de la semana; el lunes, cerca de las 22.30 una aeronave de la lowcost FlyBondi tenía que aterrizar en el aeropuerto Benjamin Matienzo, pero no fue posible por el fenómeno meteorológico. Ya casi llegando, el piloto informó que deberían retornar y aterrizar en Córdoba. En ese momento, Agustín Torasso protagonizó un escándalo; una discusión que le valió ser bajado del avión por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) al llegar a la Docta. Y además, no podrá volver a viajar por esa empresa.

Así lo confirmó un comunicado de la PSA. “Seamos responsables y respetemos las normas para que todos podamos disfrutar de un viaje tranquilo y seguro”, reflexionó. Es que ante la negativa del piloto de aterrizar en la provincia (el aeropuerto había dejado de recibir vuelos), el pasajero de 25 años se levantó de su asiento y empezó a dialogar con la tripulación. Y aunque se le pidió calma, él no pudo contenerse.

“¿Sabés cuál es el tema? Me tenés así los huevos -dijo Torasso dirigiéndose a una azafata-. ¡Dejame en Salta, dejame en Santiago!”, gritó, y continuó atacando a los empleados. “¡Aterrizá, hermano! ¡Bajá! ¡Sí se ve! ¡Son una aca! ¿No?”, dijo entre risas, para luego dirigirse al capitán: “¡Eh, ura, bajá! ¡Sí se ve!”.

Ante esta situación y ante algunos golpes a la puerta de la cabina, el capitán se dirigió a todos por altoparlante: “Estimados pasajeros, nuevamente les habla el capitán. Le pido al que golpeó la puerta comportamiento. Nos va a estar esperando la Policía si sigue sin cambiar su actitud”.

Pero, fuera de sí, el pasajero respondió: “¡Bueno, que nos espere!”, desafiando a la autoridad. Y así fue.

El protocolo

Según indicaron fuentes de la empresa a LA GACETA, se siguió con un protocolo establecido para estos casos. Es la forma en la que se trabaja con lo que en la jerga se conoce como “pasajeros disruptivos”. “Al llegar al Aeropuerto Internacional Ingeniero Aeronáutico Ambrosio Taravella, el personal policial lo estaba esperando y, luego de labrar las actuaciones correspondientes, se ocupó de su salida del predio”, comentaron fuentes de la PSA en el comunicado. En otro video difundido por las redes más tarde, se ve que la Policía subió a la aeronave y le pidió a Torasso que descendiera. “Era seguro que se lo iban a llevar”, dijo un pasajero, e inmediatamente el resto de los viajeros comenzó a aplaudir.

Según un informe del Centro de Estudios de Derecho Aeronáutico y Espacial (Cedae) de nuestro país, se define como pasajero disruptivo a aquel que “adopta o ha adoptado conductas alteradas, violentas o revoltosas que interfieren en las obligaciones y funciones de la tripulación, y perturba la tranquilidad de los otros pasajeros, y que desde el punto de vista psicológico, pueden ser portadoras de una personalidad normal o anormal”. Los de “personalidad normal” son aquellos que ocasionalmente pueden causar problemas, mientras que los de “personalidad anormal”, rara vez se comportan de forma adecuada.

Tipificación y normas

Los pasajeros disruptivos -dijeron en el artículo del Cedae- son aquellos que: hacen caso omiso a las instrucciones de la tripulación; adoptan comportamientos contra la moral y las buenas costumbres; tienen comportamientos inapropiados por consumos de sustancias ilícitas; tienen conductas que puede implicar riesgo de vuelo o a su propia integridad física o dañan la aeronave o sus equipos de emergencia.

Ante estos hechos, que pueden suscitarse antes, durante o después del vuelo, los miembros de la tripulación pueden solicitar asistencia policial. Pero esta es la última medida a tomar, según el programa de capacitación de Aerolineas Argentinas. En primera instancia, el personal debe requerir a los pasajeros que cumplan con las directivas; en segundo lugar, y si el pasajero continúa perturbando la calma, el comandante y el jefe de la cabina realizarán un informe sobre lo acontecido.

Si bien cada aerolínea tiene sus propias medidas, existen normativas generales que tipifican y que penan estas acciones. Los artículos 190, 194 y 198 del Código Penal estandarizan los delitos contra conductas que pongan en peligro la seguridad del transporte aéreo. Las Condiciones Generales del Contrato de Transporte Aéreo, en tanto, reglamentan el derecho de admisión y qué medidas tomar contra pasajeros perturbadores.

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