Los chisporroteos entre el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Horacio Rodríguez Larreta, y la titular del PRO, Patricia Bullrich, no resultan una novedad; pero en los últimos días se recrudecieron a punto tal que estarían a nada de “retirar embajadores”.
Ambos precandidatos a presidente por Propuesta Republicana (PRO) -dentro de la alianza Juntos por el Cambio-, eligieron palabras duras para aludir a su rival, en una escalada verbal de fuertes acusaciones mutuas. Y si se tiene en cuenta que la campaña para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), del 13 de agosto, recién arranca, resulta dable pensar que la tensión irá en aumento. Fuentes porteñas citadas por Infobae, de hecho, dan cuenta de que no se hablan entre ellos, y de que ninguno propone mediadores que puedan calmar el clima belicoso entre ambos.
El fuego cruzado empezó con el “parricidio” de Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno de la CABA había asociado a Bullrich a lo que consideró un “fracaso” de la gestión del ex presidente Mauricio Macri. Había dicho que si bien ambos pertenecían a Juntos por el Cambio y tenían una visión común del destino de la Argentina, diferían en la forma para llevarlo a cabo. “Bullrich propone el mismo modelo que ya fracasó en el país. Llevamos 100 años de antinomias, peleas; que el que no piensa como yo es el enemigo, que hay que matarlo; que todo lo que diga el adversario político está mal, que el Gobierno tiene que empezar de cero. Ese modelo fracasó; es lo que intentó Mauricio, y mirá cómo estamos hoy. Yo propongo algo diferente, que construyamos una nueva mayoría sólida y firme para impulsar algo que tenga gobernabilidad. El único camino posible es construir una nueva mayoría sólida, que no es unanimidad”, había dicho.
Bullrich no anduvo con “chiquitas” en su respuesta. “Me parece de una enorme bajeza moral, oportunismo y falta de ética que (Rodríguez) Larreta, que se jacta de haber trabajado 20 años con Macri, haga cualquier cosa con tal de conseguir un voto. Hay límites en una campaña. Es un ventajero total, no puede decir algo así de quien fue su jefe político durante tanto tiempo. Me parece muy deleznable”, dijo la ex minsitra de Seguridad durante el Gobierno de Macri.
Detrás de esta hicieron fila para responderle a quien fue el sucesor de Macri en el Gobierno de la CABA. “Es decepcionante escuchar a (Rodríguez) Larreta criticar más a Bullrich y a Macri que a los verdaderos responsables del desastre del país, que son el kirchnerismo y (el ministro de Economía, Sergio) Massa. No vale todo; no somos lo mismo, no se construyen mayorías con los que desprecian los valores republicanos y alientan el populismo decadente en la Argentina, se los enfrenta, con coraje y valentía”, publicó en Twitter Luis Petri, candidato a vicepresidente de Bullrich.
“Lamento estas expresiones viniendo de alguien que forma parte de nuestro espacio y es socio fundador del mismo. ¡No vale todo!”, añadió el precandidato a gobernador de Buenos Aires por el bullrichismo, Néstor Grindetti.
“Escuchar a (Rodríguez Larreta) hablar del fracaso de un Gobierno del cual el fue parte. Y criticar a (Macri) en la forma que lo hizo, a eso en el barrio le dicen desleal y oportunista. Una lástima”, publicó en Twitter el jefe de campaña de Bullrich. Juan Pablo Arenaza.
Desde el sector que encabeza Rodríguez Larreta nadie salió a responder a Bullrich ni a sus dirigentes. En definitiva, cada uno aplica una estrategia sobre la base de su perfil: el jefe de Gobierno apuesta a mostrarse aliado a la mayoría de Juntos por el Cambio. Bullrich exageró su condición de “halcón”.