30 Junio 2023
El fiscal Ignacio López investiga la muerte de dos jóvenes registrada en menos de 24 horas. Ambos casos tienen un denominador en común: los fallecidos vivían en situación de calle, tenían problemas de adicción y se esperan los resultados de estudios para confirmar las razones de sus muertes. Pero hasta aquí, no hay indicios de que hayan sido homicidios.
El miércoles al mediodía, vecinos de La Costanera llamaron al servicio 911 para informar que habían visto un cuerpo flotando en el río Salí. Personal de la seccional 11a fue hasta el lugar y, al no encontrar nada, pidieron colaboración al personal de la Policía Lacustre. Los especialistas, en pocas horas, encontraron el cadáver sujeto en una rama que estaba sumergida. Con el correr de los minutos, fue identificado como Roberto Gómez, un joven de 22 años que vivía en el barrio Antena.
Los forenses que lo revisaron indicaron que en principio no tenía signos de haber sufrido una muerte violenta. Los familiares informaron que el muchacho tenía la costumbre de cruzar el río para ir a comprar droga en La Costanera para no tener que cruzar por los puentes.
Por otra parte, López Bustos también investiga el fallecimiento de un joven cuyo cuerpo fue encontrado en el interior de una vivienda en Villa 9 de Julio. La investigación se inició cuando vecinos denunciaron que habían encontrado un cadáver. Al poco tiempo, y por el revuelo que se había generado, se presentó un hombre para informar que la persona fallecida era su hermano, al que identificó como Miguel Ángel Álvarez (35). También dijo que tenía severos problemas de adicción y que vivía en situación de calle. Los habitantes de la zona explicaron que los jóvenes utilizan ese domicilio abandonado para consumir sustancias. El fiscal ordenó que se realizara una autopsia. Quiere confirmar la primera opinión de los especialistas de que no habría tenido una muerte violenta.
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