El guardiacárcel Gerardo David Bazán está cada vez más cerca de ir a juicio por la acusación de haber incitado al suicidio a su pareja, Ana Carolina Picone. Ayer se dio por finalizada la investigación del caso y, si bien aún resta tiempo para que las partes evalúen cerrar el caso con alguna salida alternativa, la defensa adelantó en la audiencia que esperan a conocer la fecha del debate oral. El 27 de junio se registró la primera condena por este delito y Julio Antonio Soria fue sentenciado a dos años de prisión por haber incitado al suicidio de su ex pareja, Rosa del Valle Poma. Ambos casos han sido investigados por el fiscal de Homicidios I, Ignacio López Bustos.
El caso Picone ocurrió en la noche del 17 de junio de 2022. Según la investigación, la joven tomó el arma reglamentaria de su pareja y se quitó la vida de un disparo. Bazán y la víctima convivían en una casa de El Colmenar. La víctima falleció mientras era trasladada al hospital Padilla.
Los investigadores no encontraron pruebas para acusar a Bazán de femicidio, pero sí descubrieron que la relación entre el acusado y Picone era complicada. “Este vínculo estuvo signado por la desigualdad de poder, donde ejercía violencia física y psíquica, afectando gravemente su libertad, su dignidad y su integridad física, psicológica y económica”, se sostuvo en la acusación a Bazán, a quien primero solo le impusieron atenerse al proceso, pero por incumplir las medidas de menor intensidad luego se le dictó la prisión preventiva, que hasta ayer cumplía de manera domiciliaria.
Etapa cerrada
Ayer el Ministerio Público, por el principio de objetividad, solicitó que le levanten el arresto al guardiacárcel. “Entendemos que ya terminamos con la investigación, por eso pedimos que le revoquen la domiciliaria a Bazán y que se le impongan medidas de menor intensidad”, señaló el auxiliar Guillermo Di Lella, que solicitó que el acusado siga siendo monitoreado durante 90 días más con el dispositivo electrónico con el que se controlaba que cumpliera la domiciliaria. También que se le imponga la prohibición de acercarse a la familia de la víctima y a los testigos que declararon en el proceso.
El querellante Carlos Posse se opuso al pedido fiscal y recordó que Bazán había sido detenido por incumplir la medida de prohibición de acercamiento. Sostuvo que el guardiacárcel había chocado con su auto a un hermano de la víctima. En contraposición, la defensa dijo que lo único que había hecho su cliente había sido pasar por descuido por una calle que no debía y que el incidente nunca existió. Posse aseguró que hay una causa al respecto y el defensor Gerónimo Martínez Molina subrayó que esa causa está extinta porque nunca se probó la acusación.
“Obviamente coincidimos con el pedido del Ministerio Público. Recordemos que la única razón por la que quedó detenido es por la posibilidad de que entorpeciera alguna medida. Restaba esperar la autopsia psicológica y tomar algunos testimonios. Ya no quedan medidas pendientes y estamos a la espera de un juicio”, indicó Martínez Molina en su presentación. La codefensora, Silvia Furque, subrayó que además por este tipo de delito Bazán nunca sería condenado a una pena de cumplimiento efectivo, por lo que mantenerlo detenido sería lesivo.
Luego de escuchar a las partes, y al no haber desacuerdos entre la Fiscalía y la defensa sobre este tema, el juez Guido Cattaneo dio lugar al planteo de la Fiscalía de Homicidio I y levantó el arresto, imponiendo en su lugar el control por 90 días con pulsera electrónica y las prohibiciones de acercamientos solicitadas.
Otro caso
El caso de la muerte de Rosa del Valle Poma marcó un precedente para este tipo de causas. Según se determinó en un juicio abreviado, el 15 de enero su ex pareja, Julio Antonio Soria, quien tenía prohibido acercársele, se presentó en la casa que habitaba la mujer y durante una discusión le anunció que vendería la vivienda. Vecinos indicaron que vieron al hombre salir de la casa y, al poco tiempo, escucharon gritos y vieron que empezaba a salir humo de la propiedad. Esos testigos indicaron que Soria fue con ellos a ver qué había ocurrido y descubrieron que Poma se había rociado alcohol y se había prendido fuego. La mujer falleció al poco tiempo por esas lesiones. La hija de la pareja, que estaba en la casa, declaró que luego de la discusión su madre, que ya había tenido otros intentos de suicidio y estaba con tratamiento psiquiátrico, manifestó “yo ya no quiero vivir”. Profundizando la investigación, la Fiscalía descubrió que la víctima había empezado el tratamiento psiquiátrico debido a las hostilidades que sufría de parte del acusado, a quien desde 2014 había denunciado por lesiones y amenazadas. Así arribaron a una condena en su contra.