“Todo concluye al fin, nada puede escapar./ Todo tiene un final, todo termina”, cantaba Vox Dei en los 70 en su tema “Presente”. La idea fue replicada por Harrison Ford para despedir al personaje más emblemático que haya compuesto, superando a muchos otros que interpretó (más aún que el Han Solo de “La Guerra de las Galaxias”): el actor cuelga el sombrero y guarda el látigo, a 42 años de haber empezado con Indiana Jones y luego de cinco películas. “Sentí nostalgia, una especie de logro, de estar orgulloso, feliz. Todo lo bueno tiene un final, un momento para ir a otra cosa”, afirmó en una rueda de prensa con medios norteamericanos.
Como en cada entrega de la saga, luego de su nombre aparece el tema. “El Dial del Destino” ha sido el elegido en esta oportunidad, un elemento que habría podido cambiar el curso de la Segunda Guerra Mundial a beneficio de los nazis y que ahora pasa a ser el objeto de la búsqueda del famoso arqueólogo aventurero durante el final de la década del 60.
Steven Spielberg le deja el mando de las cámaras al director James Mangold, pero se mantiene como productor junto a George Lucas, el creador de Indiana. El tiempo -eje del guión- pasa para todos, y el protagonista lo sabe. Ahora, un abatido Jones dicta clases en la universidad y se enfoca en la jubilación más que en los riesgos; pero su ahijada Helena (interpretada por Phoebe Waller-Bridge) recurre a él para que la ayude a resolver un misterio sobre su padre, un viejo amigo de Indiana que se volvió loco por lo que el aventurero encontró en un tren durante la contienda bélica. Su antagonista será un ex jefe nazi, Jürgen Voller (Mads Mikkelsen), en un regreso a los rivales clásicos que tuvo la historia en su trilogía original (con un notorio paso en falso en “El reino de la Calavera de Cristal” y sus cuestionados alienígenas, que llevó al ostracismo en los cines a Jones durante 15 años). Pero esta vez Voller no forma parte de las tropas germanas sino que trabaja en la NASA, adonde realmente recayeron muchos expertos seguidores de Adolf Hitler cuando el régimen fue derrotado (el más conocido fue Werner Von Braun, artífice de la carrera espacial contra la Unión Soviética y de la llegada del hombre a la Luna).
La ciencia ficción y los elementos fantásticos también regresan en la trama: “ ‘El Dial del Destino’ es perfecto para nosotros porque es sobre el tiempo. Son matemáticas y tiempo. Siempre intentamos tener este tipo de conexiones arqueológicas y hay una mitología existente”, adelantó el productor Frank Marshall en SFX Magazine sobre la historia que se cuenta acerca de manipular el tiempo (con las consecuencias que ello acarrearía al cambiar el curso de los acontecimientos). Pero se sabe que importa más la acción que el argumento, en especial en una despedida a toda orquesta como la que se espera y que tuvo un anticipo en el reciente Festival de Cannes.
El regreso a las raíces implica, además, caminar sobre un terreno firme, aunque sea en el final de la recta. El director llega con el prestigio de haber sido responsable de “Logan”, “Le Mans ‘66”, “El tren de las 3.10”, “En la cuerda floja” y “Copland”, así que experiencia en éxitos tiene. El elenco tiene otros nombres de peso en la industria, como los de John Rhys-Davies, Antonio Banderas, Boyd Holbrook, Shaunette Renée Wilson, Thomas Kretschmanm y Toby Jones, pero ninguno más esperado que el de Karen Allen nuevamente como Marion Ravenwood, quien vuelve a oficiar de pareja sentimental de Jones, ahora en la inevitable madurez.
Ford lo asume sin miramientos ni esquivos. Está próximo a cumplir 81 años y quiso que su personaje se vea de su edad, por lo que no admitió dobles ni trucos para las escenas (la decisión le causó más de una lesión y dolor, lo que retrasó el rodaje). En una entrevista con la revista Esquire, recordó cuando lo trataron de ayudar a descender de un caballo en una escena. “¡Déjenme en paz, soy un anciano que baja de un caballo y quiero que lo parezca!”, le espetó a su equipo, entre persecuciones, disparos y peligros dentro y fuera de la pantalla.
Con saltos en el tiempo (los grandes recursos tecnológicos usados insumieron buena parte de los U$S295 millones del presupuesto, monto que se espera recuperar en dos semanas de exhibición global), la eterna lucha entre el bien y el mal (ambos absolutos) regresa a la pantalla en la última vez de Ford como Jones. Es imposible pensar que otro ocupe su lugar, aunque Hollywood responde a sus propias reglas. Por lo pronto habrá que creerle a lo que dice la promoción: “Una leyenda se enfrentará a su destino”.
Parte de la cultura popular
La historia de una franquicia exitosa
Indiana Jones es una franquicia creada por George Lucas y producida por su empresa Lucasfilm. Su origen se remonta a 1973, cuando el director escribió una historia inspirada en las películas de acción en serie que abundaban en los cines de las décadas del 30 y del 40, donde el mismo personaje protagonizaba una sucesión de aventuras. Luego de que Steven Spielberg conociera el proyecto y tras el estreno de “La Guerra de las Galaxias”, Paramount Pictures se comprometió a financiar las películas con Harrison Ford como protagonista y Spielberg de director. La primera se estrenó en 1981: “Indiana Jones y los cazadores del arca perdida” (ambientada en 1935, cuando el nazismo ya estaba en el poder pero antes de la Segunda Guerra Mundial fue un éxito inmediato y abrió el camino a otras dos inmediatas, como fueron “Indiana Jones y el templo de la perdición” en 1984 (remite a 1936) e “Indiana Jones y la última cruzada” (se instala en 1938).
Luego la saga entró en pausa hasta que en 2008 el trío responsable (Lucas, Spielberg y Ford) retomó las riendas con “Indiana Jones y el reino de la Calavera de Cristal” (con salto temporal a 1958). Un nuevo descanso, esta vez más largo, se cierra hoy con la llegada del final del ciclo, con una historia que se sitúa en 1969. En paralelo, se desarrollaron otros productos derivados de los largometrajes, como la serie televisiva “Las aventuras del joven Indiana Jones” (el personaje fue interpretado por Corey Carrier, Sean Patrick Flanery y George Hall durante 44 episodios), videojuegos, libros (redactados por Campbell Black, James Kahn, Rob MacGregor, Wolfgang Hohlbein y James Rollins, la mayoría no llevados a la pantalla), historietas, juguetes, merchadising variado y atracciones y espectáculos en los parques temáticos de Disney. En términos de reconocimientos y premios,
La primera película obtuvo cinco estatuillas Oscar y varias nominaciones, incluyendo a mejor película, junto con el Grammy a la banda sonora compuesta por el inigualable John Williams (el mítico músico se puso nuevamente en las partituras para el nuevo filme) y otro galardón de la Broadcast Music Incorporated. Los efectos visuales de “El templo de la perdición” le sumaron otro Oscar y un Bafta a la franquicia, aparte de Globos de Oro, Hugo, Saturn, Young Artist y People’s Choice. En el rubro de los videojuegos también consiguió reconocimientos, mientras que la serie televisiva se alzó con seis Emmy y una postulación como mejor producción en los Globos de Oro de 1994.
Sólo en ingresos por taquilla, las películas superaron a nivel global los U$S1.100 millones, y abrieron el camino para una generación de personajes inspirados en el arqueólogo que hoy cierra su etapa pero quedará como emblema de la cultura popular.