Enclavada en la selvática yunga y rodeada de cerros, la hostería Atahualpa Yupanqui se convirtió en un hotel cuatro estrellas con el aval del Ente Tucumán Turismo. El año pasado había obtenido el Guest Review Adwards, un reconocimiento que realiza el buscador de alojamientos por internet Booking, con una calificación de 9,2.
Los 40 empleados de la hostería son taficeños contratados desde septiembre de 2017, cuando la hostería fue reinaugurada. Cuenta con sauna, pileta climatizada, aire frío-calor, 70 camas, dos salas de reuniones, una cava de vinos y un comedor que ofrece cena show, noche de amigas con 30% de descuento, comida gourmet típica e internacional, tours de senderismo y cabalgatas.
La construcción y el abandono
El edificio Atahualpa Yupanqui tuvo una historia errante. Fue inaugurado en 1946 como hospital de tuberculosos, aunque nunca funcionó como tal. Tres años después se reinauguró como hostería, pretendiendo echar raíces en el pasado turístico de la alta sociedad tucumana que tenía allí sus quintas. Pero también fracasó, hasta ahora.
Muchos de los huéspedes son mujeres y hombres que desde Buenos Aires y el exterior atienden negocios citrícolas. Es que Tafí Viejo produce limones que se exportan en un 90%. La ciudad es la capital nacional del Limón.
Las piezas de arqueología
Dentro de la hostería hay un museo arqueológico de 40 piezas, donde los estudiantes primarios aprenden sobre ciencia. Una de esas piezas fue descubierta casualmente mientras se realizaba la ampliación de las veredas de la avenida principal de Tafí Viejo.
Se trata de una urna funeraria de cerámica con dos artefactos de hueso de aves, empleados en la práctica de inhalación de cebil, una planta alucinógena y estimulante asociada a rituales chamánicos.
Para disfrutar de la flora, la fauna
Está ubicada a sólo cinco minutos del centro de Tafí Viejo, en un escenario natural. Las actividades propuestas en torno a este emblemático lugar están organizadas para que el visitante disfrute de la flora, la fauna y las comodidades de nuestras modernas instalaciones.
Cuenta con un rico legado que data del siglo pasado, época en que fue pensada como lugar de reposo y descanso. Es uno de los ambientes de mayor riqueza de especies y recursos naturales de nuestro país.
El nombre de este mítico lugar pretende homenajear al mundialmente reconocido compositor y músico Atahualpa Yupanqui, un artista quien vivió, recorrió y escribió sus primeras canciones inspiradas en nuestros paisajes.
La terraza y otras actividades
La Hostería cuenta con 25 habitaciones entre estandar, premiums, y mastres suits y combinadas para familias, servicios de spa, pileta, canchas de fútbol y de básquet, un restaurante que lleva el nombre de “Perdido en la cerrazones” con una capacidad de 120 cubiertos y se puede elegir la terraza (con vista a la ciudad).
El sky bar o nuestro patio cervecero (con vista a la piscina y cerros). Se complementa con una cava para vinos, sala de conferencia, paseo de artesanos y un centro de interpretación sobre los pueblos originarios que habitaron la zona.
La Carta de la comida es igual que en restaurante perdido en las Cerrazones, solamente que se agregan platos con orientación italiana. También se amplió la carta con platos vegetarianos para adultos como menú infantil y platos veganos.