El Banco Central no deja de incrementar el saldo negativo de sus reservas. Vendió alrededor de U$S 123 millones en el mercado cambiario, pero no pudo frenar a los tipos de cambio más usados por los argentinos para atesorar dólares. Cuando un producto escasea, el mercado reacciona con precios al alza. El dólar, en ese sentido, no ha sido la excepción a la regla económica. Por caso, el “blue” cerró en $496 por unidad, mientras que el Contado con Liquidación en casi $500. El pago del aguinaldo activa la compra de divisas para atesoramiento o para tomarse un respiro en el exterior durante el receso invernal. Pero eso no explica toda la reacción al alza de la divisa estadounidense.
Si bien el mercado “saludó” la candidatura presidencial del ministro de Economía, Sergio Massa, ese efecto se disipó porque en el mercado pesan otras variables: la situación de las reservas, las elecciones presidenciales, la inflación y la situación de la Argentina frente al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Históricamente los años electorales han sido volátiles para la economía y finanzas argentinas, ya que la gran mayoría de las veces, los cambios de gobierno han sido acompañados de medidas de shock. Tanto para la liberación del tipo de cambio (devaluación), como todo lo contrario, un proteccionismo rígido usando cepos y regulando los mercados, explica Alejandro Pagliero, asesor financiero de Nasini SA.
El resultado de cualquiera de estos extremos siempre llevó a los ahorristas a dolarizar, ya sea porque preveían una devaluación o la imposibilidad futura de comprarlos. “Viniendo de un período de cepos cambiarios -acota el analista-, el consenso general es que el próximo gobierno necesitará devaluar y liberar, aunque sea en parte, el acceso a la compra de dólares mediante el canal oficial”. Esta medida estaría apoyada por el FMI ya que su intención es unificar los diferentes tipos de cambio que coexisten hoy en el país.
Siguiendo las reservas del BCRA, puede observarse pérdidas en su saldo de dólares en lo que va del año, lo cual afecta el respaldo de la moneda nacional.
¿Por qué esto es importante? Pagliero señala que las reservas que un banco central tenga en divisas, oro, títulos, etc. son el respaldo que la moneda del país necesita para mantener su poder adquisitivo. Por ejemplo, el Franco Suizo es considerada la moneda por excelencia como reserva, ya que el Banco Central Suizo contiene grandes reservas de metales preciosos, títulos y divisas. Esto permite respaldar fuertemente su moneda.
Si sumamos las Reservas en dólares más las reservas en bonos, podemos obtener que el tipo de cambio Contado con Liqui podría ubicarse cercano a los $600 y el MEP en $575 como precio de equilibrio, subraya el analista financiero.
En tanto, la inflación y la devaluación suelen retroalimentarse. Por lo tanto, puntualiza el experto, “en este momento consideramos que las variables apuntan a una apreciación del dólar respecto al peso argentino”.
Mayor drenaje
Los operadores seguirán atentos a la gestión de los desafíos económicos durante esta etapa de transición, en especial a un pronto acuerdo con el FMI que habilite adelantar desembolsos y contar con fondos frescos para continuar con las intervenciones en el mercado cambiario. “Esto se debe a que la reanudación del drenaje de reservas netas continúa en el centro de la escena. De ahí que, en caso de no avanzarse rápido en las negociaciones con el organismo, no habría que descartar nuevas medidas sobre la oferta y demanda de divisas en busca de mitigar los daños durante esta etapa de habitual mayor dolarización electoral”, advierte el economista Gustavo Ber. Aún así, acota, los dólares financieros y libre continúan respondiendo con relativa calma, tanto por el mayor apetito por riesgo táctico como por las regulaciones, aunque se debe reconocer que no resulta posible plancharlo con una elevada inflación de fondo ya que retroalimenta la demanda.