Fingió un robo para no ser acusado de un femicidio

Primero ideó todo un plan para evitar ser acusado de un delito por el que puede recibir la pena más dura que contemplan las leyes argentina. Pero ni fingiendo pudo despejar todas las sospechas en su contra. Finalmente, un informe médico fue clave para que un hombre quede aprehendido por femicidio.

El viernes, después de las 19.30, Carlos David Mercado (47 años) fue a buscar a su ex pareja Silvana Alejandra Monzón (50) a la salida de su trabajo. Ambos partieron del lugar en una moto. Pasada las 22, el hombre se comunicó telefónicamente con el ex esposo de la mujer para avisarle que algo malo había ocurrido a metros de la rotonda Los Bulacio, por la ruta 321.

Según la investigación, Mercado relató que mientras circulaba por el camino, desconocidos los tiraron al suelo para robarles el rodado. Por esa razón, ambos sufrieron diferentes heridos, pero en el caso de Monzón fueron mortales. El hombre que recibió el llamado informó del hecho a la Policía y, desde un primer momento, les avisó que la versión era poco creíble.

Al llegar al lugar, los policías lo encontraron tendido boca abajo y asegurando que no podía hablar como consecuencia de los heridas que había sufrido, por lo que fue trasladado al hospital Padilla. Todo coincidió con la llegada de los familiares de la mujer.

Las sospechas

El fiscal Carlos Sale, acompañado por el secretario Alejandro Esquenazi y el investigador Nicolas Gómez Marigliano, con el personal de homicidios, al mando de los comisarios Adrián Moreno, Diego Bernachi y Jorge Dib, comenzaron a descubrir algunas inconsistencias en el relato del sobreviviente. La primera (y más clara) fue que la motocicleta en la que se trasladaba la pareja no tenía ningún tipo de señal de haber sufrido una caída y, mucho menos, una arrastrada como dijo el sospechoso.

Las sospechas se incrementaron aún más cuando los familiares de Monzón aportaron varios datos. El más importante es que la mujer lo había denunciado por violencia de género y, por la gravedad del caso, se le había otorgado una prohibición de acercamiento a su favor. Ante esta situación, los investigadores se preguntaron por qué estaban los dos juntos.

“Él la obligaba a seguir viéndola. Ella, por todo lo que le había hecho, le tenía terror”, argumentó Adriana Mansilla, una allegada a la víctima. “Según lo que nos informaron los parientes, la víctima nunca había denunciado el incumplimiento de la medida judicial porque él le había prometido matar a las hijas de ella si lo hacía”, explicó Sale.

Los investigadores de Homicidios también encontraron otro detalle de suma importancia. El acusado habría llevado a la fuerza a la mujer cuando salió de trabajar en Banda del Río Salí. Algunas versiones darían cuenta de que la agredió en plena vía pública.

No hizo falta ahondar más la investigación. Los forenses aportaron los indicios más fuertes. Monzón sufrió fractura de mandíbula, golpes en diferentes partes del cuerpo, señales de ahorcamiento y hundimiento de cráneo que podría haber sido producido por un palo o una piedra y que no son lesiones propias de una caída de moto. Él, en cambio, sólo tenía escoriaciones leves en sus manos.

Estadísticas

Este es el cuarto femicidio que se registra en lo que va del año. Es uno más que los registrados en todo 2022, según los datos que dio a conocer el Observatorio de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la provincia.

La audiencia de formulación de cargos y donde se definirá la situación procesal de Mercado se realizará hoy. “El crimen es aberrante. El femicida no sólo demostró ser un cobarde, sino que habría tenido planificado todo. Por eso buscaremos que sea condenado a prisión perpetua en el menor tiempo posible”, explicó Patricio Char, que asumió la querella en nombre de las hijas de la víctima. “Decidió acabar con la vida de una mujer y generó dolor en muchos familiares y allegados. Luego fingió un robo, toda una canallada. La lucha para erradicar la violencia de género no debe dar un paso atrás”, finalizó.