TERRANOVA, Canadá.- Los temores de quienes buscaban al Titán se confirmaron. El sumergible que había descendido en busca de los restos del Titanic, el mítico barco hundido en 1912, sufrió una “implosión catastrófica” y sus restos yacen en el fondo del océano, frente a las costas de Canadá, informó la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG).
Un robot no tripulado, operado desde un barco canadiense, halló restos del sumergible y consideran que sus cinco pasajeros no pudieron haber sobrevivido.
El buque robótico de aguas profundas descubrió un “campo de restos” mientras buscaba el sumergible. Los cinco fragmentos encontrados incluyen la cubierta trasera del sumergible y un cono de la parte delantera de la nave. Estaban a unos 500 metros de la proa del Titanic.
El contraalmirante John Mauger aseguró que los fragmentos hallados hacen pensar en “una implosión catastrófica” en la cabina del sumergible como resultado de una falla en el casco, aunque todavía debe investigarse qué sucedió realmente y cuándo.
Mauger dijo que es demasiado pronto para determinar cuál fue el momento de la implosión. En cualquier caso, señaló que la Guardia Costera tuvo boyas de sonar en el agua durante 72 horas y en ese tiempo no detectaron ningún evento que indique las características del incidente.
Entre las personas a bordo estaban el multimillonario y explorador británico Hamish Harding, de 58 años; el magnate de negocios de origen paquistaní Shahzada Dawood, de 48 años; y su hijo de 19 años, Suleman; el oceanógrafo francés y experto en Titanic Paul-Henri Nargeolet, de 77 años -que había visitado los restos del naufragio docenas de veces-; y Stockton Rush, el presidente ejecutivo de OceanGate, que piloteaba el sumergible.
“Estos hombres eran verdaderos exploradores que compartían un espíritu de aventura distinto y una profunda pasión por explorar y proteger los océanos del mundo”, dijo la empresa que operaba la nave, OceanGate Expeditions, en un comunicado.
“Nuestros corazones están con estas cinco almas y cada miembro de sus familias durante este trágico momento”, según reprodujo la BBC.
Una nave robot de aguas profundas desplegada por un barco canadiense descubrió los restos del sumergible ayer por la mañana, a unos 488 metros de la proa del Titanic, unos 4 kilómetros bajo la superficie, explicó Mauger. “Los escombros son consistentes con una pérdida catastrófica de la cámara de presión”, dijo Mauger.
Equipos de rescate de varios países han pasado días buscando en miles de kilómetros cuadrados de mar abierto con aviones y barcos cualquier señal del Titán de 6,7 metros, operado por OceanGate Expeditions, una empresa que tiene su sede en Estados Unidos.
El sumergible perdió contacto el domingo por la mañana con su nave nodriza aproximadamente una hora y 45 minutos después de lo que debería haber sido un descenso de dos horas.
La detección de ruidos submarinos, el martes y el miércoles, utilizando boyas de sonar lanzadas desde aviones canadienses ofreció esperanza de que las personas a bordo del sumergible estuvieran vivas y estuvieran intentando comunicarse golpeando el casco. Pero los funcionarios advirtieron que los análisis del sonido no era concluyentes y que los ruidos podrían no haber emanado del Titán en absoluto.
Incluso si el Titán hubiera estado operativo, el suministro de aire a bordo se estimaba en 96 horas cuando ingresó al agua el domingo, lo que significa que los ocupantes se habrían quedado sin oxígeno ayer por la mañana.
Si el sumergible hubiera conseguido volver a la superficie, habría sido muy difícil localizarlo en mar abierto. Además, la cápsula estaba cerrada con pernos desde el exterior, por lo que los que están dentro no hubieran podido salir sin ayuda. Si hubiera quedado en el fondo del océano, el rescate hubiese sido también casi imposible, ante las inmensas presiones y la oscuridad total a esa profundidad. (Reuters-Especial)