“Ayer los tucumanos soportamos otro paro de colectivos. ¿Por qué? ¿Porqué en décadas no se pudo mejorar el transporte público?”. Son las preguntas que se hizo el intendente de Yerba Buena y legislador electo, Mariano Campero. “La primera razón es la inequidad en los subsidios. En Tucumán se paga cerca de $ 120 por subirse a un ómnibus, mientras que un habitante del AMBA paga aproximadamente la mitad ($ 60). De hecho, hasta fines de 2022 teníamos el tercer boleto urbano más caro del país, solo superado por Córdoba y Santa Fe”, apuntó el referente de Juntos por el Cambio.
Pero hay otras razones, como la incapacidad de reclamar en Buenos Aires por el mentado federalismo -prosiguió-; mientras tanto, nuestros jóvenes -por ejemplo- no pueden viajar cómodos y seguros a sus facultades.
“En el medio, Tucumán es una de las cinco provincias que todavía no se adhirió al sistema SUBE, que les da beneficios a los pasajeros y que se encuentra implementado en gran parte del país”, acotó. Y añadió: “Mientras tanto, no tenemos un sistema unificado (aquí cada trasbordo se paga como si fuera el primer viaje)”.
Entonces, Campero, pregunta: ¿es una utopía que el colectivo sea, alguna vez, una solución eficiente y económica? “No. En Yerba Buena hemos creado un servicio de transporte municipal. Las combis cuentan con aire acondicionado, wifi, billetera virtual y geolocalización. Y aunque nos falta mucho todavía, en esta primera etapa ya cubren todas las instituciones educativas y conectan la ciudad de norte a sur. Aspiramos comprar más vehículos, ampliar los recorridos y conectar por completo el ejido municipal. La ciudad de Tafí Viejo también ha implementado un servicio similar”, destacó el jefe municipal de la Ciudad Jardín.
“La crisis del transporte público sí tiene solución”, entiende Campero. “No debemos naturalizarla. Necesitamos decisión política. Necesitamos gestión. Y necesitamos soluciones creativas”, finalizó.