“Estos hechos calan en lo más hondo del ser humano porque el lugar más sagrado es el hogar. A mis viejos les subió la presión”, señaló una de las víctimas de un robo en el juicio de la causa conocida como “La industria del escruche”
Según la acusación del fiscal Diego López Ávila, el 27 de marzo del 2021 por la noche, Miguel “Gatita” Lizárraga y Luis Ricardo Carreras, acompañados por otras personas, ingresaron a una casa de Mate de Luna al 4.400. Allí se alzaron con joyas de oro y plata, relojes antiguos, $ 200.000 y U$S 6.000.
“Todo estaba tirado y las puertas rotas. Para mis padres fue estresante la situación. A mis viejos les dio un pico de presión. En ese momento, mi papá se agarró el pecho. Las perras (tienen dos) estaban golpeadas porque rengueaban. Fue un golpe muy duro. Las joyas, para mi mamá, tienen un valor sentimental; algunas de ellas son recuerdos personalizados de mi abuela”, destacó.
“Actuaron en 25 minutos. Llegaron en un automóvil (Peugeot de color gris), estacionaron y pusieron las balizas (para luego ubicarlo en la zona del garaje). Tocaron el timbre como si buscaran a alguien. Se ve que también estacionaron al frente otro vehículo (Ford Fiesta de color blanco)”, comentó.
Al referirse al daño emocional, el damnificado indicó: “Cuando se vive una situación de estrés así, uno desconfía de todos. Al poco tiempo mis padres se enfermaron. El daño emocional y económico no se compara. Siempre preguntan por las joyas porque es un daño latente. Vivimos con alarmas. Antes del hecho mi mamá no tenía enfermedades (no está en condiciones de declarar ante el tribunal)”
En este juicio, que ya lleva 16 audiencias, también aparecen como imputados Néstor Fabián “Tuta” Lizárraga y Juan de Dios López; Cristian Nicolás Caro y Walter Ernesto Caro. Están acusados de integrar una asociación ilícita que cometió numerosos robos en el Gran San Miguel de Tucumán durante varios meses. Otros sospechosos de integrar el grupo fueron condenados a través de juicios abreviados.