Jujuy está abrumada de tanta violencia. La población se despertó sin saber qué puede llegar a suceder con tantas protestas callejeras, tras una jornada de violencia que derivó en medio centenar de heridos y una misma cantidad de detenidos, involucrados en los incidentes. "¿El día después? No sabemos si hay un día después porque siguen llegando aviones con dirigentes desde Buenos Aires y de otras provincias. Necesitamos paz; los jujeños somos pacíficos", dice a LA GACETA Alejandro Bustamante, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios de Jujuy. Pese al asueto administrativo y escolar y a las disposiciones judiciales respecto de la interrupción del tránsito vehicular, en algunas zonas todavía hay cortes de rutas.
Los perjuicios son millonarios, según evalúan los empresarios. El fin de semana largo era una oportunidad para hacer diferencia en el sector turístico. “Los cortes de ruta terminaron perjudicando a la actividad. Se cancelaron reservas en los hoteles del norte jujeño y aún hay turistas que siguen teniendo inconvenientes para volver a sus lugares de origen”, puntualiza el empresario. El aeropuerto Horacio Guzmán permaneció cerrado para los vuelos comerciales. Las aeronaves eran derivadas a Salta. “Esto es un caos total y parece muy orquestado, planificado, como que hay un cerebro que digita los movimientos”, indicó Bustamante. La Cámara todavía no pudo hacer un relevamiento de las pérdidas de los comercios dañados en el marco de las manifestaciones. La capital jujeña todavía refleja el escenario de los enfrentamientos de ayer, cuando se juró la nueva Constitución provincial reformada.
“Es lamentable que el pueblo jujeño se encuentre en medio de esta situación y seamos prenda de todo esto, luego de ocho años de tranquilidad y de armonía, cuando recuperamos la paz luego de un período de conflictos permanentes”, acotó el también presidente de la Cámara Inmobiliaria de Jujuy. “En aquella época llegó a existir un gobierno paralelo con Milagro Sala a la cabeza, que no respetaba la propiedad privada ni la ley. Después de ocho años, llegó esto que vimos ayer”, indicó. Bustamante señaló que todo arrancó con “una legítima protesta salarial de los docentes, frente a una galopante inflación que desvaloriza el poder adquisitivo de todos los sectores. Luego continuó con la queja de los pueblos originarios y ahora contra la reforma constitucional que derivó en esta escalada de violencia”, detalló.
La Cámara de Comercio, como otras entidades, firmó un documento en la que reclamó la restitución de la paz social en la provincia y manifestó su enérgico repudio a la violencia callejera. “Esperamos que las aguas se calmen, que nos dejen en paz y podamos retornar a nuestras actividades de manera normal. No hay que poner en riesgo la paz social. Hoy vivimos una tensa calma, que parece una frase hecha, pero sentimos eso”, señaló Bustamante. “Aquí vimos que destruyeron todo a su paso; quemaron vehículos; dañaron comercios y atentaron con la tranquilidad de los vecinos. “Queremos vivir dentro de un estado de derecho, donde el cumplimiento de la Ley sea el faro de todas nuestras acciones, respetando los derechos de todos sin avasallar los de ninguno, actuando de modo democrático y republicano”, dice el documento firmado por las entidades más representativas de la economía de Jujuy.