“La violencia no es el camino para resolver nuestras diferencias y alcanzar soluciones justas y equitativas”. De esta manera se expresaron los principales referentes del sector privado de Jujuy tras los incidentes observados ayer en distintos puntos de esa provincia y que tuvieron su epicentro en las inmediaciones de la Legislatura local, donde se juró la Constitución reformada.
La Sociedad Rural, la Unión Cañeros Independientes de Jujuy y de Salta, la Federación Productiva y la Unión Industrial se mostraron preocupadas por la creciente ola de violencia y de conflictividad que azota la provincia norteña. “En este momento crucial, en el que nos enfrentamos a desafíos y problemas comunes, es fundamental recordar la importancia del diálogo constructivo y respetuoso como vía para encontrar soluciones que beneficien a todos”, se pronunciaron esas entidades a través de un comunicado conjunto.
Si bien reconocen el derecho a la protesta pacífica, esas instituciones representativas de todo el arco empresarial jujeño, aclararon que ese derecho no significa entorpecer el derecho de otros a circular y a llevar a cabo sus actividades diarias.
En Jujuy se declaró un asueto administrativo y escolar que paralizó distintas actividades, como consecuencia de los desmanes de ayer y el proceso de reconstrucción de una ciudad que vive una tensa calma. En ese contexto, las cámaras empresariales hicieron un llamado a la paz social y a la tolerancia. “Nuestro futuro depende de la capacidad que tengamos para enfrentar los desafíos como sociedad unida, para construir una provincia en la que reine la armonía, el respeto y la justicia”, remarcaron. “Apelamos no solo a que nuestros gobernantes y dirigentes políticos y sociales, sino todo el pueblo jujeño, a aportar “nuestro granito de arena” para la pacificación de la provincia, abogó Monseñor Félix Paredes Cruz, Obispo de la Prelatura de Humahuaca.
El Colegio de Magistrados y Funcionarios Judiciales y la Prelatura de Humahuaca llamaron al diálogo de los distintos sectores con el fin de regresar “a una convivencia pacífica” en una sociedad que ha padecido los efectos de la violencia en las calles.