¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL SOLSTICIO? Este fenómeno astronómico marca el inicio de dos estaciones: en el hemisferio sur (lo que nos compete) su presencia implica que oficialmente nos encontramos en invierno; mientras que, en el hemisferio norte, le da paso al verano. Para muchas culturas ancestrales -basadas en el culto al sol- esto se traduce en una renovación energética ya que la agricultura y las cosechas cambian de fase. Para las regiones que se hallan debajo de la línea ecuatorial (cómo nuestro país) hoy será la “noche más larga del año” al recibir una menor cantidad de luz solar.
TIPS PARA EL SOLSTICIO. Emplear la energía de la Madre Tierra a nuestro favor es la principal misión de este día. Para transitar el invierno con el pie derecho, se aconseja prender una vela amarilla en nuestra sala o dormitorio. “El color se asocia a la vitalidad y funciona -dentro de las mancias- como un recurso que atrae el dinero y organiza nuestros pensamientos. Usar alguna prenda amarilla o encender una vela con esta tonalidad es entonces un llamamiento a recargarnos de alegría y repeler el agotamiento que se manifiesta al haber transcurrido ya seis meses desde el inicio del 2023”, enfatiza la tarotista Gabriela Vaca. Prender una vela violeta durante el anochecer también funciona para recuperar la calma y proactividad. “El color es la representación de la transmutación, la evolución del pasado al presente; o de lo viejo a lo nuevo. Metafóricamente, hablamos de iluminar el camino de una nueva etapa y los aciertos que nos van a llenar de éxitos hasta diciembre”, acota.
QUÉ HACER EL PRIMER DÍA DE JULIO. Las bajas temperaturas aumentan las posibilidades de enfermarnos. Al margen de mantenernos bien abrigados, un ritual especial para julio tiene que ver con las tisanas. “Durante la primera semana del mes es positivo beber (en ayunas) una tisana de canela, limón, cardamomo y laurel para depurar el organismo. Asimismo, el primero se recomienda darnos un baño con sal gruesa (blanca o rosa) para despojarnos de los pendientes y ansiedades que acarreamos desde la estación anterior”, destaca la tarotista y reikista Morena Lubia.
OTROS USOS DE LA CANELA. La canela es concebida por la medicina ayurveda y china como una especia con propiedades antiinflamatorias, digestivas y relajantes. Además, según el feng shui, sirve para atraer abundancia y buena suerte. “Como ritual, el primer día de cada mes se recomienda mezclar unas ramitas o cucharadas de canela con azúcar morena y quemar ambos ingredientes en un hornito o envase apto para el calor”, comenta Vaca. Con la esperanza de recibir el aguinaldo tampoco viene mal colocar una ramita en la billetera o la cartera.
UTILIZACIÓN DEL LAUREL. Esta planta suele asociarse con la abundancia y el dinero. “Para atraer la prosperidad económica o material hay quienes sugieren colocar varias hojas debajo de la cama y renovarlas cada semana. También, podemos poner tres bajo la almohada si buscamos obtener algún tipo de iluminación para tomar decisiones complicadas o una en nuestro calzado”, indica Lubia.
CRISTALES Y PIEDRAS. El esoterismo se nutre del poder natural que poseen las piedras y los cristales para muchos de sus rituales. Para contrarrestar las malas vibras, hay algunas opciones que vale la pena tener a mano. “La turmalina, la amatista, el cuarzo rosa y el cuarzo cristalino son cuatro elementos esenciales para evitar los desequilibrios que llegan con el cambio de estación. En caso de sentirnos muy cansados/as, padecer insomnio o vivenciar sueños muy lúcidos y feos, se recomienda colocar una amatista en la mesa de luz; ya que ella ayuda a mantener un sueño reparador y profundo”, detallan las terapeutas holísticas. El cuarzo cristal es conocido por armonizar nuestros chakras mientras que el rosado se emplea para sanar heridas emocionales y fomentar la autoestima, la feminidad y el amor genuino. La turmalina es otro de los cristales de protección que se colocan en las viviendas o áreas de trabajo.
LIMPIEZA DE LA CASA. En esta época también suele recomendarse hacer una “limpia” energética del hogar. Para empezar debemos ordenar las habitaciones, asear los pisos y acomodar nuestros objetos personales (todo esto se resume en la idea de una higiene física o material). Después viene el sahumado; comúnmente se suele quemar una mezcla de mirra, salvia, romero e incienso. “El procedimiento no tiene muchas reglas, pero es preferible arrancar por la habitación que queda más lejos de la entrada de la casa o departamento. Luego, seguimos con la misma lógica, pieza por pieza, hasta llegar al hall”, añade Vaca. El humo que arrojamos debe circular en el sentido de las agujas del reloj.