Por Bruno Farano
18 Junio 2023
En la siesta del sábado el aeropuerto “Benjamín Matienzo” está repleto. Algunos viajeros se aprestan a embarcar, otros caminan de un lado al otro visiblemente molestos. La reprogramación de algunos vuelos generó malestar y provocó inconvenientes. “Tengo que esperar casi cuatro horas porque me modificaron el horario de partida”, dice Sergio Albornoz Cardacci meneando la cabeza, sin haber recibido explicaciones sobre el tema.
En la zona de embarque la delegación “santa” desfila rumbo al avión de Aerolíneas Argentinas. La gran mayoría de los jugadores sube en el primer llamado. Pero Mauro Verón, Nicolás Moreno, Ulises Vera y el analista de videos Ezequiel Llanos deben esperar a último momento. “Dijeron que está lleno, que ya no hay lugar”, le dice Vera a Llanos, sonriendo de manera cómplice con “Chuny”.
Casi toda la delegación se ubica en el fondo de la aeronave. Hay sonrisas, buena onda y optimismo. “Qué fachero que sos, ‘uru’”, le dice Franco Meritello a Francisco Tinaglini, mientras el arquero posa para una foto. “Una locura”, agrega el volante Enzo Martínez.
“Bienvenidos al vuelo 1.499. Prepárense para disfrutar de un viaje agradable porque las condiciones son óptimas”, avisa el comandante minutos después del despegue. A esa altura, Verón, Vera y varios futbolistas ya estaban dormidos; mientras Pablo Frontini dialogaba de manera animada con el “profe” Marcelo Frezzini.
En la nave no hay ni un lugar disponible. Un grupo de turistas porteños retorna a casa luego de unos días de descanso en Las Termas de Río Hondo. Entre ellos, Mercedes y Abelardo, vecinos de Villa del Parque, transmiten buena onda. Indagan sobre las elecciones de Tucumán y sobre cómo está la provincia. “Ojalá mañana le vaya bien a San Martín”, dice Abelardo antes de despedirse.
Desde fines del año pasado, para tomar un taxi en el Aeroparque “Jorge Newbery” hay que escanear un código QR y llenar un pequeño formulario con la dirección de destino, la cantidad de personas que viajarán y el número de valijas. Ahí aparece el monto final del viaje. “Es un sistema que instaló el Gobierno de la Ciudad para terminar con las mafias de taxistas que cobraban cualquier cosa por un viaje. Es todo mucho más transparente y seguro para los pasajeros”, explica el chofer Leonel Luna.
La tarde del sábado es soleada pero fresca; el viento que llega desde el Río de la Plata se hace sentir. Hay pocos autos, todo un síntoma de que es fin de semana largo en la ciudad de la furia. En la autopista “Arturo Illia” están de estreno. A principio de mes se retiraron las cabinas de peaje y el tránsito luce mucho más fluido. “Instalaron cámaras que leen las obleas de los que tienen ‘telepase’ -agrega Luna-. Es muy bueno porque ya no hay demoras en horas pico. El que no tiene telepase, tiene un mes para ingresar a la web y abonar su pase. Ojo que si no lo hacés, la multa viene bien ‘saladita’”.
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