El Gobierno celebra el dato de inflación de mayo. El 7,8% de variación registrado el mes pasado fue considerado el inicio de un proceso de desaceleración de los precios. No obstante, la Argentina acumula una suba del 42,2% en los primeros cinco meses del año. Esto quiere decir que, en menos de medio año, el peso perdió el 29,7% de su poder adquisitivo.
En tanto, la variación interanual pasó de 108,8% en abril a 114,2% en mayo. Con este resultado, van 16 meses seguidos en los que se registra una aceleración en la medición de 12 meses. En perspectiva histórica, se trata de la segunda mayor racha de la que se tenga registro, advierte GMA Capital en su reporte semanal.
El podio aún lo lidera el período entre junio de 1974 y mayo de 1976: fueron 24 meses en los cuales la interanual pasó de 20% a 777%, y en el medio se llevó a cabo el “Rodrigazo”. Por el contrario, el proceso hiperinflacionario se destacó por ser muy violento, pero también corto.
Por primera vez desde noviembre de 2022 la variación mensual fue menor que la anterior. Con esto, la inflación de mayo fue 0,6 puntos porcentuales inferior a la de abril. Sin embargo, tratar este dato aislado como parte de una desaceleración es, cuanto menos, apresurado.
Aun considerando que los últimos relevamientos de alta frecuencia de junio apuntan en este sentido, lo cierto es que la aceleración de los precios no es un proceso uniforme. Además, cabe dimensionar lo que implica 7,8% en el mes: en términos anualizados representa 145,5%, todavía muy lejos del 114,2% interanual vigente. De hecho, tomando como perspectiva los últimos 385 meses (32 años), se trata de la tercer mayor variación de la que se tenga registro.
Esta fue solo superada por abril de 2022 (en plena salida de la Convertibilidad) y abril de 2023, indica el diagnóstico elaborado por los economistas Santiago Franco y Nery Persichini.
Más allá de esta evolución inflacionaria, los argentinos siguen preguntándose cómo cubrirse frente al incremento sostenido de precios, en un mercado en el que sobran pesos, faltan dólares y las tasas no terminan de ajustarse a la realidad económica.
Pese al aumento de precios menor al esperado, la inversión en pesos típica volvió a perder contra la nominalidad. La tasa promedio del último mes (90% de Nominal Anual -TNA-) representó una remuneración efectiva mensual de 7,5%. Y, como el costo de vida trepó encima de ese umbral, la tasa real resultó ser -2,8% (TNA).
Este resultado negativo ocurrió por quinto mes consecutivo y siguió el mismo patrón visto el 81% del tiempo desde fin de diciembre de 2019. Además, la perspectiva de cara al futuro tampoco es favorable. Tomando como punto de referencia la inflación esperada por el REM para los próximos 2 meses (7,9%), los plazos fijos volverían a rendir por debajo del índice general de precios. La tasa de 92,5% TNA (7,7% mensual) no es suficiente para romper esa barrera.
No obstante, la remuneración de las Leliq, que promedió 94,3% TNA (7,9% mensual), sí logró superar a los precios. En esta línea, el Banco Central decidió dejar inalterada la tasa de política monetaria en 97% (TNA) y 91% para los Pases, puntualiza GMA. En consecuencia, resulta difícil encontrar atractivos para la inversión en pesos.
Otro instrumento que los argentinos miran siempre como refugio es el dólar. Si bien desde comienzo de año el ritmo de las microdevaluaciones diarias se viene acelerando, este ajuste no fue suficiente para ganarle a la aceleración inflacionaria, señala la consultora privada. Mientras que los precios acumularon una suba de 42,2% en los primeros cinco meses del año, el dólar oficial escaló 35,1%.
No obstante, como resultado de la inflación del resto de los socios comerciales, el tipo de cambio real se apreció apenas 1,5%. Y en mayo el dólar tampoco le ganó al IPC. Así, acumula 5 meses consecutivos moviéndose por debajo de los precios. Esta dinámica se dio en el 76% de los meses de la gestión actual, y durante ese período (ajustando por la inflación de los socios comerciales) el tipo de cambio real se apreció 31%. De allí que se esperan nuevas oscilaciones en el valor de los diferentes tipos de cambio del dólar en la Argentina.