El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) participó de la implementación del Plan Provincial de Control de Hidatidosis en el Paraje Anfama, ubicado a más de 1.800 metros de altura, en la zona de alta montaña tucumana.
El proyecto fue aprobado meses atrás por la Unidad Ejecutora Provincial de la Ley Ovina/Caprina; y es implementado por la Mesa de Hidatidosis provincial, que integra el Senasa junto a otras instituciones del Estado nacional, provincial y local.
Profesionales que integran la Mesa de esta zoonosis visitaron la escuela multinivel local -donde, según el maestro Emilio, lleva cuatro horas y media llegar desde la capital provincial, de a pie o a caballo- y realizaron actividades de capacitación dirigidas a alumnos de la escuela y a productores de la zona.
La mayoría de las familias que habitan estos territorios pertenecen a distintas comunidades de pueblos originarios, por lo que la planificación del trabajo contó con el aporte de sus organizaciones. Como es el caso de Teresa, productora de la comunidad indígena diaguita de Anfama. “El cacique nos ha citado. Vengo de la parte que llaman El Sunchal, a más de una hora y media o dos a caballo”, contó.
Temáticas
Los profesionales abordaron temáticas relacionadas con la sintomatología, con la transmisión y con el control de la hidatidosis. Además, visitaron a productores, para entregarles botiquines sanitarios, y para realizar tareas de control clínico de los integrantes de las familias. También tomaron muestras de materia fecal de perros, para detectar esta parasitosis en el posterior análisis en laboratorio.
“Las familias de la zona viven de lo que producen, hacen intercambios, poseen animales de granja... y es importante que nosotros como Estado estemos presentes para asegurar que puedan producir y que tengan la disponibilidad de los alimentos que ellos producen y que estos sean inocuos, que no les generen ningún perjuicio a la salud. Las enfermedades no distinguen entre la ciudad y el campo, y por eso tenemos que inculcar las buenas prácticas en la producción y en la faena”, sostuvo el veterinario del centro regional NOA-Sur del Senasa, Martín Valinotti.
En cuanto a la hidatidosis, el veterinario supervisor de Zoonosis del Sistema Provincial de Salud Integrado (Siprosa), Luis de Chazal, explicó: “en la zona hay producción de ovinos, que está muy relacionada con esta zoonosis, ya que se transmite de los perros a las ovejas, y de forma accidental la adquirimos nosotros. La enfermedad se adquiere generalmente del ambiente: al hacer las carneadas y darle las vísceras a los perros, si esas vísceras poseen quistes hidatídicos, son eliminados por los perros y ahí se completaría el ciclo”.
Trabajo articulado
La importancia del trabajo articulado entre las instituciones del Estado fue rescatada por la referente de Agricultura Familiar del centro regional NOA-Sur del Senasa, Nidia Juri: “Todas las instituciones hablamos el mismo idioma, y por eso la llegada al territorio con un trabajo articulado y coherente fortalece aún más las acciones”.
“Todos los integrantes de la mesa consideramos muy importante que este tipo de trabajo no se discontinúe. Sólo de esa manera las comunidades transformarán sus maneras de hacer y para cuidar la salud de la población y la sanidad de los rodeos”, dijo.
Se prevé continuar con el plan de trabajo para 2023 en otras localidades tucumanas, como Mala Mala, Chasquivil, San José de Chasquivil, Ancajuli, La Ciénaga y Cumbre del Matadero.