La última vez que había visitado China fue en 2017, cuando vestía la camiseta de Barcelona. Ahora, Lionel Messi está nuevamente en ese país con la Selección y desde hace días sólo se habla de él. “¡Meeessi! ¡Meeessi!” se escucha gritar en las calles de Beijing a cientos de aficionados. Se los ve por todas partes, inconfundibles con la camiseta albiceleste y el 10 en la espalda.
El capitán del seleccionado se convirtió en los últimos días en el tema de moda de la red social china Weibo y las entradas para el encuentro de hoy, con un valor de 670 dólares, se agotaron en apenas 20 minutos. Es decir que el estadio de los Trabajadores de Beijing, que tiene capacidad para 68.000 espectadores, estará colmado.
“Queremos ver sí o sí a Messi. Es una oportunidad única”, repiten los hinchas. El encuentro ante los australianos marcará el regreso del fútbol internacional a China luego de tres años de restricciones sanitarias por el covid, situación que vació los estadios y provocó una avalancha de cancelaciones de competiciones deportivas.
Además de las camisetas del campeón mundial (con las tres estrellas), se acumulan pancartas, en inglés y en español, y hasta banderas de la Argentina en las adyacencias del hotel donde se encuentra alojado el equipo de Lionel Scaloni.
Es tanta la pasión que despierta el nuevo jugador de Inter Miami que en las últimas horas aparecieron los “oportunistas” que pretenden estafar a la gente. Las autoridades chinas alertaron que se ofrecía falsamente una cena con Messi a cambio de 42.000 dólares por persona.