Por Santiago Re
13 Junio 2023
Mientras en Tucumán se dirimían las elecciones provinciales, en Roma se confirmaba el deceso del ex premier italiano, Silvio Berlusconi (86 años). “Il Cavaliere” fue noticia internacional en más de una ocasión por ser una figura carismática, por haber sido implicado en más de una ocasión en escándalos de fiestas privadas, pero también por “il miracolo” (el milagro) de haber reunido al premier ruso, Vladimir Putin, con los líderes de la Organización Tratado Atlántico Norte (OTAN), actores internacionales hoy enfrentados por la invasión de Rusia en Ucrania.
Es que lo que ocurrió el 28 de mayo de 2002 en Pratica di Mare hoy resulta inverosímil, pero solo basta con entender que en 21 años todo puede cambiar (ejemplos en la historia sobran) en las relaciones internacionales. Dos décadas atrás Berlusconi organizó una cumbre con 12 miembros de la OTAN en un aeropuerto de máxima seguridad militar cercano a Roma: Pratica di Mare. A la convención también estaba invitado Putin, gran amigo del ex mandatario italiano, quien asistió. Por entonces, el poderío de Moscú no gravitaba, la economía rusa recién comenzaba a mostrar un crecimiento alentador luego de una década de pagar la crisis post-Guerra Fría. A pesar de eso el Kremlin seguía siendo el contra polo de la OTAN, encabezada por el ex presidente de Estados Unidos, George Bush (h).
En ese contexto, ese 28 de mayo las partes firmarían la “Declaración de Roma”, que le abría las puertas de la OTAN a Rusia. Un acuerdo más bien simbólico, que nunca se llevó a la práctica, pero que significó el máximo acercamiento entre las dos potencias.
Alianzas diplomáticas
Posiblemente su amistad con Putin signifique la alianza diplomática más importante que llevó a cabo Berlusconi, que allá por 2002, cumplía con su segundo mandato al frente de Italia. Por aquella época su relación con Estados Unidos también era cercana, algo que lo llevó a concurrir a reuniones oficiales en la Casa Blanca y extraoficiales en la casa de Bush. Sin embargo esa alianza con Washington se fue enfriando con la llegada de Barack Obama a la presidencia.
Tampoco pudo acercarse a Ángela Merkel, ex canciller de Alemania e influyente miembro de la Unión Europea (presidió a la UE en 2020) y de la ONU.
Todo lo contrario ocurrió con el primer ministro ruso, con quien fue estrechando aún más su vínculo. Así llegó a ganarse el apodo de “Il Lettone di Putin”. No es menos llamativo que el líder del Kremlin haya hecho regalos de cumpleaños en más de una ocasión al cuatro veces mandatario italiano, que solía hacer festejos alocados en sus propiedades en Roma y Milán.
Además en 2009 recibió en la capital italiana al gobernante de Libia, Muanmar Gadafy, cuando su nombre estaba bajo el ojo de la tormenta por el gobierno dictatorial que llevaba adelante en el país del norte de África. Libia, es una ex colonia italiana que quedó muy ligada comercialmente con Roma. Un detalle muy recordado de esa visita de Gadafy fue que Berlusconi le permitió instalar una jaima (una tienda tradicional árabe) en las calles de la capital. Tiempo después el dictador sería derrocado con el estallido social conocido como la “Primavera Árabe”.
Problemas
En más de una ocasión “Il Cavaliere” fue noticia por participar en fiestas privadas en las que se denunció que acudían mujeres menores de edad. La Justicia llegó a intervenir su teléfono y así consiguió pruebas para llegar a condenarlo en una ocasión, pero estuvo procesado en alrededor de 35 causas judiciales por causas similares.
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