La presión arterial alta o baja son de las afecciones que más padecen las personas en el mundo y ante ello, los profesionales de la salud constantemente exhortan a la sociedad a ser prevenidos y estar alertas a cualquier tipo de síntoma. Esta enfermedad, que tiene su día internacional el 17 de mayo, es conocida como el enemigo silencioso de la salud.
En el marco de prevención y concientización, un informe del sitio 20 Minutos revela los aspectos básicos a tener en cuenta de esta afección, de qué manera se pueden reconocer síntomas y cuáles son los valores normales que todo paciente debe lograr mantener.
Cuáles son los valores normales de la presión arterial
La nota explica que la medición que se toma cuando el corazón late se llama tensión sistólica y el momento en el cual se registra cuando el corazón se relaja se denomina tensión diastólica.
Sobre los parámetros, el Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos detalla que en las personas adultas, se considera que la presión arterial es normal cuando la presión sistólica es menor de 120 y una presión diastólica de menos de 80. Esto se indica como 120/80.
Mientras que la presión arterial elevada se considera con una presión sistólica entre 120 y 129 o una presión diastólica de menos de 80.
En tanto, la presión arterial alta se define como una presión sistólica de 130 o más o una presión diastólica de 80 o más.
Las alarmas de la presión arterial alta
El sitio Cigna, además, explica que en los cuadros más avanzados hay advertencias que no pueden pasarse por alto y que indican que el desenlace puede ser severo.
Entre los síntomas de alerta figuran:
- dolores de cabeza
- mareos.
- sangrados nasales con más frecuencia que lo normal.
Ante estos cuadros, es importante medir la presión y acudir con urgencia a un centro asistencial.
Cómo controlar la presión arterial
El tratamiento médico será fundamental para evitar la hipertensión. Además, los cambios en el estilo de vida resultan fundamentales.
- Intentar mantener un peso saludable, ya que el sobrepeso aumenta el riesgo de presión arterial alta.
- Hacer ejercicio. La actividad moderada, como caminar a paso ligero o nadar, puede reducir la presión arterial alta.
- Seguir una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y productos lácteos bajos en grasa.
- Reducir el consumo de sal.
- Beber menos alcohol.
- No fumar.
- Descansar lo suficiente.