A 16 años de la desaparición de Madeleine McCann y con opciones que se van agotando, los grupos de investigación de Alemania, Portugal y Reino Unido suman fuerzas para llegar a obtener resultados esclarecedores. Una muestra de tierra podría demostrar la relación entre la desaparición de la niña y Christian Brueckner, el principal sospechoso del caso.
Madeleine fue vista por última vez en 2007 en Praia da Luz, Portugal, y la policía decidió investigar un área cercana, la presa de Arade, ubicada a 50 kilómetros de esa playa. Sucede que este era uno de los sitios favoritos del Brueckner, actualmente condenado por abuso de menores y tráfico de drogas.
La clave de esta etapa de indagaciones estaría en la furgoneta VW que perteneció al sospechoso entre 2005 y 2008. El vehículo, según declararon testigos, fue visto en la presa días después de la desaparición de la niña alemana.
Fuentes cercanas a la investigación aseguraron que "una coincidencia positiva" entre las muestras tomadas de los pozos de tierra de la presa y las muestras tomadas de las ruedas de la furgoneta, podría ser "otra evidencia importante en contra de Brueckner".
Por ello, también buscan rastros de tejidos textiles o fragmentos de ropa del pijama que llevaba McCann cuando desapareció. Estas pruebas podrían vincularla con el “pequeño paraíso” de Brueckner y, a su vez, con su camioneta.
Además, un antiguo amigo del sospechoso relató un encuentro entre ambos que incriminaría aún más al detenido. Según lo indicado, en 2008 el declarante se encontró con Brueckner, quien hizo un comentario sobre la niña desaparecida que le llamó la atención.
El sospechoso había preguntado a su amigo si aún iba a Portugal, pero el testigo le había respondido que no, porque el lugar se había llenado de policías desde la desaparición de Madeleine. “Le dije que realmente es extraño que desapareciera sin dejar rasgos y Christian respondió: ‘Sí, no gritó’”.