La defensa de José Luis Fumero solicitó mediante un escrito que se cite a declarar, en carácter de imputados, a Walter Marchese y al abogado Isaías Marín por las obras que realizaron en la casa de Chacabuco 59 desde el 2 de mayo. En esa casa fue encontrada sin vida Laura Gabriela Picciuto, la propietaria del inmueble. Su cuerpo estuvo oculto aproximadamente dos meses en una cisterna y Fumero, ex marido de la víctima, es el principal acusado en la investigación que lleva adelante el fiscal de Homicidios II, Carlos Sale. La teoría se basa en que Fumero habría necesitado el dinero de la venta, razón por la que ya habría estado presionando a la víctima para que vendieran la casa. Sin embargo esa no es la única hipótesis en el caso.
Marchese hasta aquí sólo figura mencionado en el expediente porque fue quien dijo haber adquirido parte de la propiedad tras haberle pagado a Fumero una seña de $ 3 millones más una moto Rouser (valuada en $ 600.000); el pacto incluía que el comprador luego completaría un pago total de $ 35 millones cuando Fumero consiguiera todos los papeles de la propiedad. Sin embargo, la Fiscalía ya cuenta con un informe importante: la escritura de la casa estaba a nombre de Picciuto.
En la causa también aparecen mencionados Marín y su hermana, la procuradora Luciana Marín, quienes habrían pretendido hacer una mediación para concretar la venta serían quienes desalojaron a los inquilinos luego de que Marchese pagó la seña.
Pidió imputaciones
En su escrito, el abogado Ricardo Vernal, quien defiende a Fumero, solicitó la imputación de Marchese y de Isaías Marín (sin aclarar si por el hecho o por encubrimiento), a raíz de que entiende que ambos tomaron posesión del inmueble el 2 de mayo y comenzaron a realizar refacciones en la casa. El cuerpo fue encontrado 10 días después por un albañil que Marchese había contratado. “Este dato es de sumo interés destacar (que las refacciones ya hubieran comenzado), ya que conforme a la carpeta técnica realizada por el ECIF y la Policía, se informa que en la cisterna donde se encontró el cuerpo de la víctima está todo pintado de nuevo y con refacciones recientes, tal y como lo muestran las fotografías”, argumentó el defensor, que también agregó: “otro dato es que todos los testigos indican que estas personas ingresaron al inmueble y realizaron una mudanza desvalijando la propiedad”.
Sin documentos
Vernal se basó en que no existiría ningún documento que avale el ingreso de estas personas a la propiedad de Picciuto y que: “desde el 2 de mayo borraron todo rastro que sirva para el esclarecimiento del hecho”.
“Los señores Walter Marchese e Isaías Marín celebraban contratos como nuevos dueños de la propiedad, según las evidencias aportadas en autos, y ellos mismos dan cuenta a estas personas (testigos e inquilinos) de que la señora Picciuto se encontraba en una clínica de reposo… Por estos y más detalles, tienen un móvil económico”, concluyó Vernal.
El último detenido
Dos de los inquilinos que aportaron esa información están imputados en la causa: Alfredo Socci y Natalia Liberman, quienes son pareja. Ambos están detenidos, al igual que Sofía Di Gianni, una joven que habría convivido un tiempo con ellos. Fumero también está preso. Esta semana además fue detenido Facundo Salomón, la última pareja de Picciuto, quien estaba prófugo y se había ocultado en un camping de Córdoba. Una vez que sea trasladado a la provincia también sería imputado por el crimen. Un dato que manejan los investigadores es que en los últimos meses Salomón se ofrecía en las redes sociales para realizar limpieza de tanques de agua.