Según la OCDE, la economía argentina caerá 1,6% y la inflación será del 106% en 2023

Según la OCDE, la economía argentina caerá 1,6% y la inflación será del 106% en 2023

"Las elecciones de octubre de 2023 frenarán la inversión y el consumo en 2023", indicó el reporte del organismo internacional.

Banco Central República Argentina (BCRA). Banco Central República Argentina (BCRA). Reuters.
07 Junio 2023

La economía mundial muestra señales de mejora, pero la recuperación será débil, según el último reporte sobre las perspectivas económicas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El organismo ha proyectado una moderación del crecimiento del PIB mundial (Producto Bruto Interno) de un 3,3 % en 2022 a 2,7 % en 2023, seguida de un repunte al 2,9 % en 2024.

“Los precios más bajos de la energía están aliviando la presión sobre los presupuestos de los hogares, las empresas y la confianza de los consumidores se están recuperando, aunque desde niveles bajos, y la reapertura de China ha dado un impulso a la actividad mundial”, indicó.

En ese escenario, se estimó que Argentina registrará una caída de un 1,6% en 2023; mientras que para 2024 se prevé una recuperación de un 1,1%. Esta proyección se contrapone con la expectativa de marzo, que estimaba un crecimiento de 0,1% para 2023.

"El mercado laboral ha mejorado, pero se espera que la próxima recesión provoque una caída en el empleo", señaló el informe, que agregó que las exportaciones "están sufriendo una grave sequía de cosechas en 2023, pero se recuperarán en 2024".

La inflación superó el 100 % y se mantendrá alta en el corto plazo, a pesar de una "postura fiscal ligeramente menos expansiva". "Los estrictos controles de capital y la incertidumbre política antes de las elecciones de octubre de 2023 frenarán la inversión y el consumo en 2023", indicó. En ese sentido, proyectó una tasa del 106,9% para este año y del 88% para 2024.

La OCDE subrayó que el gasto público caerá en este año, ya que los subsidios a la energía se reducen y el cumplimiento de los objetivos fiscales requiere una mayor restricción del gasto. 

"Una continua reducción de las transferencias del Banco Central al Tesoro debería reducir las presiones inflacionarias en el mediano plazo, reducir la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo y reducir el riesgo de una devaluación repentina", continuó.

En esa línea, hizo referencia a que la estabilización de la situación macroeconómica y la reducción de la inflación serán cruciales para reducir los altos niveles de pobreza y abordar las crecientes presiones sociales.

Inflación global

Se prevé que la inflación general en la OCDE disminuya del 9,4 % en 2022 al 6,6 % en 2023 y al 4,3 % en 2024. La disminución de la inflación se debe a la entrada en vigor de una política monetaria más estricta, a la reducción de los precios de la energía y los alimentos y a la reducción de los cuellos de botella en el suministro.

Se proyecta que el crecimiento del PIB en los Estados Unidos sea del 1,6 % en 2023, antes de desacelerarse al 1,0 % en 2024 en respuesta a las estrictas condiciones monetarias y financieras. En la zona del euro, la disminución de la inflación general ayudará a impulsar los ingresos reales y contribuirá a un repunte del crecimiento del PIB del 0,9 % en 2023 al 1,5 % en 2024. Se espera que China experimente fuertes aumentos en el crecimiento del PIB en 2023 (con un 5,4 % %) y 2024 (con 5,1%), por el levantamiento de la política de cero-COVID del gobierno.

“Esta recuperación proyectada, aunque casi sin cambios con respecto a nuestras proyecciones provisionales de marzo, mantiene la perspectiva ligeramente más optimista que se había pronosticado y que ahora vemos materializarse”, dijo el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.

“Los formuladores de políticas deben lograr que la inflación se reduzca de manera duradera al objetivo y desmantelar un amplio apoyo fiscal mediante una mejor focalización de las medidas fiscales. Mientras continúa respondiendo a los desafíos económicos inmediatos, sigue siendo importante priorizar las reformas estructurales para impulsar la productividad, incluso mediante la promoción de la competencia, la reactivación de la inversión, el aumento de la participación de la fuerza laboral femenina y el alivio de las restricciones de suministro, mientras se aseguran las transformaciones verdes y digitales de nuestras economías”, añadió.

El repunte sigue siendo frágil y los riesgos se inclinan a la baja. La incertidumbre sobre la evolución de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y su impacto global sigue siendo una preocupación clave. Algunas de las condiciones favorables que ayudaron a reducir la demanda de energía este año, como un invierno templado en Europa, pueden no repetirse el próximo año, indicó el reporte.

La persistencia de la inflación es otro riesgo clave a la baja. La inflación subyacente está resultando estancada, debido a fuertes aumentos en los precios de los servicios y mayores ganancias en algunos sectores. El impacto de las tasas de interés más altas se siente cada vez más en toda la economía, y la política monetaria restrictiva, si bien es necesaria, corre el riesgo de exponer aún más las vulnerabilidades financieras, en particular en países con una deuda alta, consignó.

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