El “dólar agro” no pudo frenar la caída de las reservas del Central
La tercera versión del “dólar agro” no tuvo los efectos deseados por el Gobierno, mientras las reservas internacionales del Banco Central siguen cayendo. Más allá de las compras en el mercado, el Gobierno aplicará las mismas recetas de siempre: ajustar las restricciones cambiarias e intentar conseguir dólares por cualquier canal posible, para evitar a toda costa un salto discreto del tipo de cambio oficial antes de las elecciones presidenciales. En esa orientación, las consultoras privadas coinciden que la Argentina dependerá de dos prestamistas: el FMI y China.
La tercera versión del “dólar soja” ya es cosa del pasado. Y si bien en las últimas jornadas de vigencia se vio una aceleración en la liquidación (el miércoles 31 de mayo sumaron U$S 1.000 millones), el Banco Central logró acumular solo el 29% del total liquidado. Bajo esta métrica, hasta la fecha se trata del peor entre los tres Programas de Incremento al Exportador (PIE) vigentes, señala el reporte semanal de GMA Capital. Al 1 de junio, el “dólar agro” dejó ventas acumuladas de U$S 5.094 millones. ¿Se cumplió con el objetivo pactado? No del todo. Cuando comenzó a regir el tipo de cambio de $ 300 se estimaba que la liquidación únicamente de soja alcanzara U$S 5.000 millones, monto estimado que ascendía a U$S 9.000 millones incluyendo el resto de productos incluidos. Hasta la fecha, los U$S 5.094 millones no corresponden solo a la soja. Para ver si en definitiva la meta fue alcanzada tendremos que esperar hasta el 31 de agosto, fecha en la que finaliza el “dólar agro” para todos los productos.
Contrario a lo que sucedió en las dos ediciones anteriores, el “dólar soja 3” no logró revertir la delicada situación de las reservas. Y hace 21 jornadas que el stock se encuentra en terreno negativo. De hecho, desde que entró en vigencia el esquema, las reservas brutas cedieron U$S 4.300 millones. Esta magra performance siembra incertidumbre en el frente cambiario, dado que hoy las reservas netas son negativas en U$S 1.600 millones y la expectativa de ingreso de divisas no es muy alentadora. En este contexto, el Central anunció nuevas restricciones al acceso de divisas en el Mercado Único y Libre de Cambio (MULC). En las antípodas de esta delicada realidad, sí parece que habría dólares para que el Gobierno pueda evitar mayor volatilidad cambiaria, advierten los economistas Nery Persichini y Santiago Franco.
Otra consultora, Invecq, advierte que el magro desempeño de la tercera edición del programa era algo esperable, principalmente por:
• El fuerte impacto de la sequía en el sector agroexportador argentino.
• Un tipo de cambio diferencial ($ 300 por dólar) no tentador para el productor -dado el precio al cual se venía comercializando la soja antes del PIE III-
• La importante volatilidad cambiaria de algunas semanas de abril-mayo.
Pese a la posición compradora en el mercado cambiario, el Central no pudo detener la sangría de reservas y, por esa razón, el Gobierno nacional adoptó una serie de medidas complementarias que la consultora que dirige el economista Esteban Domecq las resumió en el siguiente esquema:
• Se endurecieron las restricciones para el sector automotriz, al extenderse los plazos de acceso al MULC para el pago de importaciones de vehículos y autopartes.
• Los gobiernos locales que deban cancelar vencimientos de capital en moneda extranjera solo podrán obtener el 40% del total en el MULC, mientras que el 60% restante deberá ser refinanciado. Esta medida da cuenta de la desesperación del BCRA, ya que el ahorro de divisas sería menor a los U$S 300 millones.
• La estrategia para ampliar el swap con China por U$S 5.000 millones. Si bien trascendió que este monto sería de “libre disponibilidad” (una vez agotado el primer tramo de ampliación, que ya se encuentra en las arcas del Central), el comunicado oficial no menciona explícitamente esto, sino que da a entender que será usado en el intercambio comercial con China.
De esta manera, en medio de la renegociación del acuerdo con el FMI (¿se adelantarán desembolsos?, ¿cambiará el perfil de vencimientos?), el Gobierno sigue utilizando la misma receta de los últimos meses: ajustar las restricciones cambiarias e intentar conseguir dólares por cualquier canal posible, para evitar a toda costa un salto discreto del tipo de cambio oficial antes de las elecciones.
¿Quién será el prestamista? Según GMA Capital, la estrategia oficial parece apuntar a contener al dólar todo lo que sea posible. En este sentido, las negociaciones con el FMI serán claves para darle fuerza a este objetivo. Mientras tanto, el Gobierno consiguió en China financiamiento neto por un monto cercano a U$S 1.000 millones para proyectos de infraestructura. También logró negociar una ampliación del monto de libre disponibilidad del swap con China de U$S 5.000 millones a U$S 10.000 millones.