Por Ricardo Reinoso
03 Junio 2023
CONJUNCIÓN SONORA. El grupo Música Para Volar combina la banda de rock con una orquesta y un coro.
Con arreglos originales para orquesta y coro polifónico, el grupo porteño Música Para Volar ofrecerá hoy a las 21 el show “Soda Sinfónico” en el Teatro Mercedes Sosa (San Martín 479), donde hará un recorrido conceptual y emotivo por la discografía de la banda liderada por Gustavo Cerati.
La modalidad del show es ensamblar a la banda de rock con una orquesta clásica y un coro. El resultado ha recibido la aclamación de públicos del país y del exterior, a lo largo de una década de trayectoria que lleva el grupo. Está integrado por José Matteucci en batería y voz, Alexis Thompson en guitarra, Julieta Sciasci en bajo y voz, y Bruno Moreno. Ya abordaron el repertorio de compositores como Gustavo Cerati, Charly García y Luis Alberto Spinetta.
La puesta incluye elementos audiovisuales a cargo del iluminador Fernando Burgo y el realizador audiovisual Hernán Roperto, que opera una videoinstalación desarrollada especialmente, en la que se mezclan secuencias de imágenes prediseñadas con cámaras que captan y procesan detalles de lo que sucede en el escenario en el mismo momento en que se producen. En los arreglos se combinan la sensibilidad de las cuerdas, maderas y metales de la orquesta, las voces del coro polifónico y la banda de rock con bajo eléctrico, guitarra, piano y batería.
El baterista y cantante José Matteuci comentó en diálogo con LA GACETA que se trata de un espectáculo que estrenaron este año, donde armaron toda una estructura con arreglos nuevos y una narrativa.
“Casi todos nuestros espectáculos tienen esa concepción integral -afirmó-. Nos propusimos recorrer toda la discografía de Soda Stereo, con situaciones orquestales que no habíamos abordado hasta ahora, con algunos instrumentos que todavía no habían sido parte de los arreglos”.
- ¿Qué instrumentos incorporaron?
- Por ejemplo, el vibráfono, que es de percusión de placas; también hay un solo de oboe. Hay un arreglo que es para orquesta y voz. Hasta ahora siempre combinábamos la orquesta con la banda y, en este caso, pusimos la orquesta en primer plano con la voz y es algo que hasta ahora no nos habíamos animado a hacer. Hay utilización de la tímbrica de la orquesta de una manera más jugada que en los espectáculos anteriores. A todos los arreglos los escribe nuestro pianista, Bruno Moreno. En algunos momentos hacemos dialogar a la música de Soda con otras músicas que van apareciendo como citadas o aludidas. Algo que el oyente atento puede identificar.
- ¿La orquesta está integrada por músicos tucumanos?
- Sí. Este proyecto implica siempre pensar a la música como un lenguaje compartido y hacer el proceso de montaje con orquestas y coros de cada lugar. En este caso, la orquesta está dirigida por la maestra Marcela Roselló y el coro es el del Colegio de Psicólogos de Tucumán, que dirige Adrián Mendoza. Con ellos ya tuvimos la suerte de actuar el año pasado. Es una alegría para nosotros también poder reencontrarnos con colegas y que sean parte del proyecto.
- ¿Cómo resuelven los ensayos?
- La orquesta hace un mes que recibió todas las partituras, los músicos y la directora las estudian cada uno por su parte, y en la última semana viaja Bruno para hacer los ensayos parciales y generales. Es el mismo proceso de la música académica cuando hay un concierto con un instrumento solista.
- ¿Cómo describirías la música de Soda Stereo?
- Creo que es un caleidoscopio con muchas caras y con muchos enfoques diferentes. Cada disco de Soda Stéreo tiene una estética particular, una búsqueda desde lo sonoro y desde lo arreglístico. Diálogos con distintas tendencias que la música iba dando, donde Gustavo Cerati, con esa capacidad infinita que tuvo de ir incorporando los elementos de la música que sonaba en cada momento, sin dejar de ser él un compositor muy personal. Recorrer esa discografía es una especie de escuela para entender cómo se puede dar un discurso musical coherente y al mismo tiempo con una diversidad apasionante. Para nosotros es un gran desafío interpretar toda esta música la misma noche y mostrar esas distintas maneras de encarar una canción. Obviamente, los temas de Soda ya son parte del iniconsciente colectivo de la música pop y rock latinoamericana. Siempre moviliza cosas profundas de la emoción, de la experiencia de vida. Poner a vibrar esas canciones es una experiencia transformadora.
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