Se arma una juntada y hay que reunir dinero para comprar comida y bebida. ¿Cuál es la solución? Compras un artículo determinado en los ”showrooms” y no tenés efectivo. ¿Con qué se abona? ¿Realizas una transacción comercial y no querés manejar dinero chash. ¿Qué hacés? En la sociedad argentina se ha consolidado una tendencia cuando en los cajeros automáticos, el usuario no encuentra dinero o sencillamente no quiere abonar con tarjetas: las transferencias electrónicas a través de la telefonía móvil. El auge de esta modalidad de pago se ha observado durante abril pasado ya que, por primera vez, desde que surgió el sistema de transferencias digitales, superó las operaciones que habitualmente se realizan con la tarjeta de débito. Eso surgió del último informe de Pagos Minoristas que mensualmente realiza el Banco Central. Según ese reporte, las transacciones con QR, botones de pago o terminales de cobro POS alcanzaron los 198,8 millones durante abril, por encima de los 193 millones de las tarjetas de débito y casi un 70% más que los 115 millones que se hicieron con tarjetas de crédito.
El avance de esta modalidad de pago se debe a la implementación en noviembre del año pasado de la plena interoperabilidad del sistema de Transferencias 3.0 para que una persona que tenga descargada en su celular una aplicación bancaria (MODO, BNA+, Cuenta DNI, BBVA Go, Galicia, Macro, Santander u otra) o de una fintech (Mercado Pago, Ualá, Yacaré, Tap, entre otras) pueda pagar en cualquier QR, sin importar la empresa que lo haya emitido. Los comercios encuentran como ventaja de este sistema que reciben el dinero en sus cuentas en menos de 15 segundos de forma irrevocable y con la comisión más baja del mercado (de 0,6 a 0,8%), lo que simplifica las operaciones y permite competir contra el efectivo que, se estima, aún es la forma de pago más usada en la Argentina, en cerca de ocho de cada 10 transacciones.
El informe del BCRA sostiene, además, que el uso de las tarjetas de débito se mantiene por sobre las de crédito.
-Tarjeta de débito: se efectuaron 193 millones de transacciones por $ 895.700 millones, representando variaciones del 16,9 % interanual en cantidades y del 2% interanual en montos.
-Tarjeta de crédito: se observan variaciones interanuales del 8,4 % en cantidades y del -0,7 % en montos, realizándose 115,7 millones de pagos por poco más de $ 1 billón.
En cuanto a las transferencias, el total de operaciones efectuadas significó unos $ 787.100 millones.
Por otra parte, los débitos inmediato (DEBIN) aumentaron en abril un 4 % respecto a marzo con un crecimiento del 81,8% interanual, alcanzando los 24,5 millones de operaciones por $ 311.400 millones.
En cuanto al débito directo, se realizaron 11 millones de operaciones, lo que representa un aumento del 3,6% interanual por $ 257.300 millones, lo que implica un retroceso del 7,5% interanual, con una tasa de efectividad que alcanzó el 53,1%.
Respecto de las extracciones en cajeros automáticos, en todo el país se realizaron 94,1 millones de operaciones de los 17.426 ATM por un total de $ 1,17 billón, siendo la cantidad promedio de extracciones en cada ATM de 5.394. El monto promedio mensual alcanza los $ 12.500
Con el avance de la tecnología, el auge de las criptomonedas, los QR y las billeteras virtuales retrajeron el uso del dinero en efectivo. Si bien no se puede afirmar con certeza que los billetes desaparecerán por completo en un futuro cercano, es evidente que los pagos digitales han ido ganando terreno y presentan numerosas ventajas con un futuro prometedor.
Es importante destacar que aún existen escenarios donde el efectivo es preferido o necesario, como en transacciones informales, comercios pequeños o en áreas con acceso limitado a la infraestructura digital, lo cual permite una coexistencia basada en las ventajas propias de cada modalidad. “La utilización de medios de pago digitales ha llevado a una reducción en el uso de efectivo debido a su comodidad, seguridad y facilidad de uso. De cara al futuro, se espera que las transacciones virtuales continúen expandiéndose y evolucionando. Cada vez más personas utilizan aplicaciones móviles y billeteras digitales para realizar sus pagos, lo que permite realizar intercambios de manera rápida y segura. Adicionalmente, los pagos sin contacto, a través de tecnologías como NFC (Near Field Communication) o códigos QR, también se consolidaron y ganaron popularidad. Estas opciones permiten realizar pagos simplemente utilizando un dispositivo o escaneando un código, sin necesidad de utilizar efectivo o tarjetas físicas”, indica Martín Malievac, director de Investigación y Desarrollo de Napse, una compañía dedicada a llevar soluciones informáticas ominicanal.
De acuerdo a un relevamiento del Observatorio de Productividad y Competitividad de la Universidad de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (Ucaece), el 74% de las empresas en la Argentina utilizan medios de pago digitales. Asimismo, en el último informe de Minsait Payments “Tendencias en Medios de Pago”, se indica que “en 2022, a nivel mundial, se realizaron más de 2.000 millones de pagos digitales minoristas al día, un volumen del que solo participa el 50% de la población adulta . De alcanzarse la inclusión financiera plena serían 4.000 millones de pagos digitales al día, un billón y medio de transacciones al año. La industria ha de innovar para canalizar los cerca de 18 billones de dólares en pagos que las personas todavía realizan cada año en efectivo y cheques hacia las tarjetas y cuentas digitales”, señala el ejecutivo.
Los pagos digitales brindan numerosas ventajas tanto para los consumidores como para los comerciantes minoristas, y eso explica el motivo de su creciente adopción y disponibilidad, la cual encontró su punto de inflexión en el año 2020. Entre los beneficios más destacados, según Napse, se encuentran:
• Mayor comodidad. Permiten a los clientes realizar transacciones de manera rápida y conveniente. Ya sea utilizando tarjetas de débito o crédito, billeteras electrónicas o aplicaciones móviles, es posible completar los pagos de forma eficiente sin tener que depender del efectivo. Esto crea una experiencia de compra más fluida y agradable, lo que puede fomentar la lealtad del cliente y aumentar las tasas de conversión.
• Amplia aceptación de diferentes métodos de pago. Al implementar pagos digitales, los retailers pueden satisfacer las preferencias de pago de una amplia gama de clientes, evitando perder ventas por falta de flexibilidad y maximizando las oportunidades de venta.
• Mayor seguridad y reducción del riesgo de fraude: los pagos digitales ofrecen niveles de seguridad más altos en comparación con el efectivo. Estos sistemas utilizan encriptación y autenticación para proteger los datos financieros de los clientes, lo que reduce el riesgo de robo de información. Además, proporcionan un rastro de auditoría claro, lo que facilita la detección de fraudes y la resolución de disputas.
• Menos necesidad de manejar efectivo. Al utilizar medios de pago digitales, se reduce la necesidad de manejar efectivo, tanto para los consumidores como para las empresas. Esto puede implicar un menor riesgo de pérdida o robo de dinero en efectivo, así como una menor necesidad de administrar y transportar grandes cantidades de dinero físico.
• Facilita la expansión a canales de venta en línea. Los pagos digitales son fundamentales para los retailers que desean expandirse al comercio electrónico. Al aceptar pagos en línea, los retailers pueden ampliar su alcance y vender a clientes en todo el mundo, lo que brinda oportunidades de crecimiento significativas y mejora la experiencia de compra.