La Roma estuvo a punto de asegurarse su primer título de la Europa League, pero no pudo superar al Sevilla en la tanda de penales, lo que permitió al conjunto español alzarse con su séptimo campeonato en dicha competición continental. En medio de la frustración y el dolor tras una derrota reñida, las cámaras capturaron un gesto de José Mourinho que no pasó desapercibido. El técnico portugués se quitó la medalla de plata después de la ceremonia de premiación y se la lanzó a los aficionados presentes en la grada. La presea cayó en manos de un niño, quien la recibió con gran alegría.
Cuando fue interrogado por la prensa acerca de su polémica acción, el entrenador de 60 años, quien buscaba su sexto título internacional a nivel de clubes (habiendo ganado previamente con el Porto, Manchester United, Inter y Roma), respondió sin titubear: "Siempre hago eso, me quedo con las medallas de oro. Las de plata las regalo, no las quiero".
El laureado entrenador terminó llorando debido a la lógica frustración por una dolorosa derrota, y además se le notó muy molesto con el árbitro inglés Anthony Taylor, quien no sancionó una mano dentro del área que pudo haber resultado en un penal a favor de la Roma. "Hubo muchas incidencias. Tener un arbitraje así en una final europea es muy duro. No fue solo una, ni dos, ni tres decisiones. Y solo estoy mencionando las decisiones más pequeñas", expresó en una rueda de prensa.
En cuanto a la final, Mou resaltó que el Sevilla es un equipo formidable. Además, afirmó: "Tienen una plantilla que nosotros no tenemos en términos de experiencia y calidad. Realizamos una gran primera mitad. En la segunda, obviamente tuvieron una reacción, pero luego fue un partido muy equilibrado. Sin embargo, pienso que tuvimos dos oportunidades para ganarlo en los 120 minutos. Después, los penales son los penales: hay que anotarlos y detenerlos. Y ya está".