El crimen de Chacabuco 59 sigue dando que hablar entre los vecinos. La semana pasada la presencia de albañiles ingresando a la propiedad llamó la atención de los comerciantes y trabajadores de la cuadra, pero sobre todo a los inquilinos de uno de los locales comerciales que todavía están a la espera de saber qué pasará con el contrato de su alquiler.
El pasado 12 de mayo un albañil ingresó al interior de la vivienda para realizar trabajos de mantenimiento y a los diez minutos salió espantado del lugar luego de encontrar un cuerpo en avanzado estado de descomposición en una cisterna de agua vacía. Según los datos arrojados por la autopsia, el cadáver al momento de ser encontrado llevaba aproximadamente dos meses en estado de descomposición y era de una mujer. Los investigadores estiman que el cuerpo sería de Laura Gabriela Picciuto (48 años) ya que la fecha de su desaparición coincide con el tiempo de descomposición del cadáver.
Una de las teorías que investiga la división Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib, Adrián Moreno y Diego Bernachi, supervisados por el fiscal Carlos Sale, es que Picciuto podría haber sido asesinada por una disputa por la venta de la casa. Dicha vivienda estaba registrada como bien de familia, pero el ex esposo de “Gaby”, José Luis Fumero (50 años) decidió comercializarla, pese a que necesitaba la autorización de ella para hacerlo. Él habría querido vender debido al mal momento económico que atraviesa la empresa de venta y service de ascensores que heredó de su padre.
El comprador de la propiedad es Walter M, que habría pagado una seña por la vivienda entregando una moto a Fumero. A pesar de que la transacción no está finalizada, Walter contrató albañiles para hacer remodelaciones en la casa en dos oportunidades. La primera vez que ingresaron los trabajadores fue el día que encontraron el cadáver en la cisterna. La segunda vez fue la semana pasada; esos obreros continúan con los trabajos hasta hoy.
La mayoría de los vecinos coinciden en que un grupo de albañiles, distintos a los anteriores, comenzó a trabajar antes del feriado en la propiedad. “Creo que llegaron el miércoles y desde entonces están trabajando”, le dijo a LA GACETA Ernesto, el dueño de un negocio de indumentaria femenina ubicado a unos metros de la casa de Picciuto.
“Yo me fui todo el fin de semana largo de viaje; recién los vi ayer (por lunes) cuando salí un momento a la calle y estaban trabajando en la parte de afuera”, dijo una vecina del edificio de al lado.
Uno de los albañiles le contó a LA GACETA que Walter los contrató para que hicieran algunas refacciones en el lugar. “Nos pidió que no hablemos con nadie de la prensa para evitar problemas; a nosotros sólo nos pidió que trabajemos en la parte de adelante, no en el interior”. Sin embargo, ayer este medio pudo observar que los tres albañiles también trabajaron adentro de la casa.
Durante la mañana estuvieron con el portón de la propiedad abierto en su totalidad, mientras arreglaban la fachada, el cordón y las baldosas de la vereda del lugar hasta el mediodía. Pasadas las 13 ingresaron al domicilio, cerraron la puerta y comenzó a escucharse martillazos en el interior del inmueble.
“Yo trato de tener el menor contacto posible con toda esta gente”, dijo Ramiro, el joven que le alquilaba a Gabriela el local comercial que estaba al lado de su casa. “Acá entraron los albañiles un momento porque se cayó un pedazo de pared mientras trabajaban desde afuera, me preguntaron si podían arreglarlo, les dije que si era por cuenta de ellos sí, porque yo ya demasiado hice por este local”.
El vendedor le explicó a LA GACETA que a raíz del revuelo ocasionado las ventas de su negocio disminuyeron porque muchos vinculan el lugar del homicidio con su local. “La gente cree que somos nosotros los que teníamos problemas con ‘Gaby’ y no es así, es todo lo contrario. Eso se debe a que difundieron mal la información y nos dejaron pegados a nosotros”.
Además, manifestó su preocupación respecto a la incertidumbre que le genera no saber qué va a pasar con su emprendimiento y con el alquiler del inmueble. “Todos los papeles estaban a nombre de ‘Gaby’. Tengo mucho en juego, invertí todo en este negocio y me están perjudicando por algo que no hice; Walter en su momento nos dijo que no nos preocupáramos porque él se haría cargo pero hasta ahora no nos dijo nada”, concluyó.