Seguramente contaba con una cantidad importante de adjetivos para calificar al Gobierno de Tucumán. Y de ese amplísimo abanico de alternativas eligió uno fuerte; de esos que hacen que el oyente -o el lector- levante las cejas, sorprendido. “Este modelo político, que se inició con (José) Alperovich y que luego se fue consolidando, es un sistema corporativo, mafioso”, desafió el ex presidente Mauricio Macri durante la entrevista que concedió a Federico van Mameren, para el ciclo “Panorama Tucumano”, que este conduce.
Repreguntado por el periodista, machacó en especial sobre el Poder Judicial, para lo cual aludió a la composición de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT). “Es un modelo que no permite el correcto funcionamiento de las instituciones; en particular, ejerce un control sobre la Justicia, con una CSJT integrada por funcionarios del Gobierno peronista. En Tucumán escuché los cuentos más espantosos de víctimas de crímenes que no recibían Justicia: historias de violaciones, de secuestros, de asesinatos sin resolver. Aquí la política se transformó en algo muy oscuro”, agregó, con otro adjetivo de peso.
Pero no solo aludió al ex mandatario provincial y ex senador. El gobernador, Juan Manzur, tampoco se salvó de la diatriba de Macri. “Siempre tuve relación muy tensa con Manzur. Claramente él es uno de los grandes responsables, heredero de ese modelo de Alperovich, de abuso de poder, que hoy tiene trabado a Tucumán. Fueron perfeccionando este sistema, con los acoples, con el hecho de que cualquier Decreto de Necesidad y Urgencia se vuelva ley si no es tratado en 20 días. Y hoy la provincia registra una pobreza superior al promedio de la Argentina”, indicó.
Precisó que, pese a que esta situación también se daba durante su período al frente del país, nada pudo hacer. “Desde el principio hasta el final tuvimos minoría en ambas Cámaras (del Congreso); y con un 20% en el Senado, ¿qué podemos intervenir? Denunciábamos este tipo de cosas...”, explicó.
Macri vino a Tucumán a presentar su libro “Para qué: aprendizajes sobre liderazgo y poder para ganar el segundo tiempo”. Pero, en realidad, como siempre ocurre en estos casos, ese evento resulta una excusa para que apuntale a los candidatos de su espacio en el distrito. En este caso, a los postulantes a gobernador y a vicegobernador por Juntos por el Cambio (JxC), Roberto Sánchez y Germán Alfaro, respectivamente, y a la candidata a intendenta de San Miguel de Tucumán, Beatriz Ávila.
“Vamos a discutir para qué queremos volver al poder. Y los tucumanos no se tienen que resignar. Realmente hay una posibilidad de cambio y Tucumán debe ser parte de ese cambio. Invito a los tucumanos a que nos animemos a salir de esto, más allá de lo que repartan, como en cada elección. Hay un Tucumán que quiere salir”, afirmó.
En pro de su gestión
Aunque admitió que él y su equipo cometieron errores, Macri rechaza de plano la afirmación de que su Gobierno fue malo. En todo caso, achacó a otros motivos el fracaso de su reelección. “Estamos en la época de las expectativas; recibimos un país en el tercer subsuelo -en default, sin energía, con una inflación retenida por el cepo (cambiario), fuera del mundo-. Y prometimos que íbamos a hacer un edificio de 30 pisos, en un exceso de entusiasmo, en una campaña que generaba esa transformación como objetivo. Llegamos al quinto piso; la gente vio que no llegamos al piso 30, y consideró mejor volver atrás, y fue muy triste”, afirmó.
Ratificó, sin embargo, la orientación de su gestión. “El rumbo que había tomado la Argentina en esos años era el correcto. El Gobierno no abusaba del poder, mejorábamos en el ranking de transparencia, se combatía el narcotráfico. Los argentinos hoy perciben que el rumbo era el correcto; tal vez el capitán del barco agarró demasiadas olas; pero el rumbo era el correcto; y hay que recuperar ese rumbo”, puntualizó.
En otro tramo de la entrevista se refirió al crecimiento electoral -según algunas encuestas- del diputado Javier Milei. Y aunque no marcó diferencias profundas con el libertario, subordinó su espacio al de Juntos por el Cambio. “Él expresa un enojo de los argentinos, pero también expresa que la Argentina quiere un cambio. Ahora, eso no es fácil, se demostró. Para poder generar ese cambio, esta vez se precisará de mucho más apoyo de la gente, de mucha más conciencia de la necesidad del cambio. Y la Argentina emprenderá ese cambio de la mano de un equipo amplio y con experiencia; y ese es JxC”, manifestó.
Dejó ver, sin embargo, que, en efecto, Milei cosechará muchos votos en los comicios nacionales de octubre. “Estoy convencido de que a la segunda vuelta llegarán JxC con Milei. Y seguramente, el día después de la elección, con sus diputados y senadores -que serán muchos- él apoyará este cambio”, dijo.
Porfió, luego, en que el cambio que pregona no sucederá de manera sencilla. “Nosotros cambiamos muchísimas cosas en cuatro años, y gran parte de ellas volvieron atrás, porque la fuerza del statu quo es poderosa. Hay mucha voluntad de no cambio en aquellos que se benefician con este sistema”, dijo. Y entre estos apuntó a parte del empresariado: “no generalizaría, porque un sector -campo, energía, software, turismo, construcción- sí apostó fuerte; y otros fueron para atrás; una mayoría no apostó por miedo”.
Paso al costado
Contó, luego, que disfruta de lo que está haciendo hoy -“trasmitir experiencias, enseñar en universidades, escribir libros”-. “Estar para cuando me necesiten; en un lugar de no protagonista, pero listo para ayudar. Muchos no creían que iba a declinar la posibilidad de ser candidato, aun cuando tenía una chance seria de ganar la interna; y lo hice. Hoy me importa que ambos candidatos que quedaron del PRO (N. de la R.: el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y la ex ministra de Seguridad del macrismo, Patricia Bullrich), más alguno que se sume de la Unión Cívica Radical, compitan lealmente y que puedan ser protagonistas del cambio profundo”, señaló.
Y con convicción añadió que a partir de entonces los argentinos comenzarán a vivir un período de bienestar. “Para volver a registrar los indicadores de agosto de 2019 habrá que trabajar mucho; pero lo vamos a hacer, los argentinos lo vamos a hacer. A los 12 años ya tenía en la cabeza ser presidente de Boca; y la vida me fue llevando en el camino del soñador. Y sigo siendo un soñador: veo a la Argentina ponerse de pie; serán 20 años gloriosos al final de los cuales no habrá pobreza en la Argentina”, prometió.