Más de la mitad de las familias argentinas necesitan endeudarse para poder llegar a fin de mes. Según un relevamiento que acaba de publicar la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), un 53,5% de los hogares se vieron obligados a solicitar financiamiento, y en la mayoría de las veces a través de los canales informales, que son los más caros.
Concretamente, sólo un 8% de ese endeudamiento fue tomado en el canal formal, que incluye a bancos, tarjetas de crédito u organismos públicos, como la Anses. El resto de los créditos fueron acordados con dadores "informales": desde familiares y amigos hasta financieras y comercios.
Del informe, que analizó datos a noviembre y diciembre del año pasado, se desprende que el 70% de los hogares de bajos ingresos -hasta $60.000 mensuales, sostenidos por mujeres con hijos- se vio obligada a endeudarse para cumplir con sus obligaciones básicas.
Entre los hogares con ingresos de entre $ 60.001 y $ 150.000, un total de 59,2% tuvo que acudir al financiamiento para llegar a fin de mes.
Como la mayoría de las familias no cumplen con los requisitos que piden los bancos, deben recurrir a otros canales para conseguir dinero.
El relevamiento de la Cepal, realizado en todo el país, detectó que -entre la mayoría que no califica para pedirle al banco- un 38,5% de los endeudados recurre a amigos y familiares. Un 22,2% a los comercios (fiado o a través de las tarjetas de los supermercados); un 13,9% le pide adelantos a su empleados y un 13,8% va a un prestamista, donde las tasas de interés suelen exceder largamente el costo en los bancos.
Un punto clave se refiere a la realidad laboral de las familias. "Los hogares sostenidos por trabajadores/as formales solicitan menos financiamiento: el 46,1% de quienes se encuentran en la formalidad laboral solicitó algún tipo de financiamiento en el último mes, mientras que, entre los/as trabajadores/as informales, esta cifra asciende al 63,7%, lo cual redunda en una brecha de 17,6 puntos", dice el informe de la Cepal.