En Florencio Varela, Racing cortó su racha de derrotas consecutivas en el campeonato local, con un 1 a 1 ante Defensa y Justicia. Apenas un alivio para el equipo de Fernando Gago, que todavía anda buscando el camino para salir de un muy flojo presente. Después de la gran victoria conseguida en Ecuador, ante Aucas, la expectativa pasaba por conocer si también la Academia había cambiado su cara en el torneo local.
Y de algún modo lo hizo. De un modo muy tibio. Estuvo lejos de ser una buena actuación de Racing, que cada vez ve más cerca el fondo de la tabla, pero en una visita compleja ante uno de los equipos fuertes del torneo al menos evitó un golpe que lo volviera a meter dentro de la tormenta que atravesó hace unas semanas. Mientras tanto, Gago gana tiempo para recuperar lesionados, una racha que no se le termina más. Ante Defensa, no pudo contar con Nicolás Reniero, quien se había ganado el puesto de titular y venía de convertir ante Aucas. Un golpe sufrido en ese partido le dejó un edema óseo que lo mantendrá fuera del equipo por tres semanas.
Por eso, en Florencio Varela jugó como titular los 90 minutos Paolo Guerrero, pese a los dolores en su rodilla derecha. Al igual que el pasado miércoles en Quito, Gago buscó maquillar la fragilidad defensiva de Racing, juntando futbolistas de buen pie. Después de intentar encontrar soluciones con las apariciones de los juveniles en un momento complicado, el entrenador decidió que era un tiempo para los experimentados.
Con la presencia de Maximiliano Moralez, Nicolás Oroz y Jonathan Gómez -tres número 10 en su origen- en la mitad de la cancha, la idea era que la Academia se defendiera con la pelota. A ellos les agregó la presencia del juvenil Santiago Quirós, zaguero zurdo que hizo buena parte de las inferiores como número 10 en Boca. Pero eso sucedió durante la primera mitad, donde Defensa y Justicia fue el que manejó los trámites del partido. Al menos parece encontrar una base el DT, que repitió nueve de 11 titulares respecto del partido por la Libertadores.