El dólar agro no colma las expectativas regionales

El dólar agro, que el Gobierno nacional impulsó para potenciar la venta de productos agrícolas y así obtener una mayor liquidez de dólares, no termina de ser gravitante para la economía y para la gestión de Alberto Fernández.

De acuerdo a la información del Banco Central de la República Argentina (BCR), hasta el 24 de mayo se finalizaron las jornadas con saldo positivo de US$ 111 millones, mientras que el dólar agro aportó más de US$ 332 millones. En cuanto a las operaciones registradas en el mercado de cambios CAM9, se reportaron transacciones por un monto total de US$ 333 millones. Este acumulado pertenece a la tercera edición del mercado y supera los US$ 3.500 millones en transacciones realizadas.

A pesar de que esta medida busca beneficiar y estimular a las economías regionales con un cambio diferencial de $ 300, en las distintas actividades productivas del noroeste argentino aun no logran ver las mejoras y sostienen que el campo sigue alicaído como consecuencia de la sequía, la falta de previsibilidad y una economía endeble.

En representación de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte Argentino (Apronor), Roberto Palomo, remarcó que la entidad siempre fue crítica de esta medida porque consideran que las políticas para el sector rural “deben incentivar la producción y no la venta”. “A los productores se nos tiene que incentivar mostrándonos un panorama a mediano plazo y estas medidas solo son fiscales porque el Ministerio de Economía entró en una carrera para recolectar dólares”, afirmó.

En esta sintonía, Palomo enfatizó a LA GACETA que cuando “no hay producción, no hay exportaciones y cuando no hay exportaciones no hay dólares” y sostuvo que por mucho que el Gobierno insista hoy “no hay producción”.

Sin incidencias

Desde la provincia de Jujuy, el productor Guillermo Martín Berardo relató que el impacto de este dólar diferencial es prácticamente insignificante para el mercado y puntualizó que en la mayoría de los casos “no hay estímulos para la venta ni para la producción porque el dólar agro no nos llega”. “Así, por ejemplo, todas las gestiones para el tabaco son negativas y si alguien podrá usufructuar serán las exportadoras. De momento hay cero traslado al productor y algunas compañías ni siquiera están pagando el reajuste de precios que se acordó en pesos con la dirigencia tabacalera”, puntualizó el dirigente jujeño. Y agregó: “Los acopiadores, que se dedican a acopiar al productor, y exportan no tienen presión ni ganas para que nos paguen. Y los productores no tenemos las fortalezas para exigirles que se cumpla el dólar agro”.

En deuda

En su informe de ‘Agro perspectivas’, el profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, Dante Romano, enfatizó que los productores parecen “paralizados” ante la realidad que presenta el escenario económico y rural. “A pesar de que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo a sólo 21 millones de toneladas la producción de soja, los valores de Chicago y los locales siguieron su marcha. La presión de entrada de soja en Brasil, con una demanda tranquila, y un buen inicio en Estados Unidos, lleva a liquidación por parte de los fondos, y a bajas en los mercados”, puntualizó en su trabajo del Centro de Agronegocios y Alimentos.

En relación al dólar agro, el especialista expuso que todavía tampoco logró que los productores avanzaran en ventas, a pesar de que los precios en pesos que se logran divididos por el tipo de cambio oficial arrojan precios interesantes por encima de los US$ 460 por tonelada.

En este sentido, Romano señaló que aquí surge una complicación para los productores que reciben los pesos y deben volver a dolarizarse: “Sólo se puede hacer en la cuenta chacarero que está complicada, en plazos fijos en Banco Nación, o en instrumentos financieros que, si bien son privados, generan dudas en muchos productores”, lanzó.

Nuevos productos

Desde el miércoles, el Palacio de Hacienda incluyó nuevas variedades de distintas cadenas en el listado de los productos de las economías regionales alcanzados por el Programa de Incremento Exportador (PIE), que establece este cambio diferencial temporal hasta el 31 de octubre, a través de la resolución 216/2023 publicada hoy en el Boletín Oficial.

La misma determinó que se incluyen “productos derivados de las cadenas de carne de liebre; productos porcinos, subproductos de la cadena vitivinícola; exclusivamente algunas calidades de algodón que no tienen incidencia en la comercialización en el mercado interno; enzimas e ingredientes para la industria alimentaria; semillas forrajeras y de otras especies, y flores y plantas ornamentales”. En el caso de los productos porcinos, la normativa aclaró que “en este caso el nivel de exportación respecto de la producción es inferior al 1%”.