Por Lucía Lozano
27 Mayo 2023
Sus amigos los tildan como “bichos raros”. “Nos decían: ‘¿para qué se casan? ¿qué apuro hay?’. Pero nosotros estábamos felices y queríamos pasar por el registro civil después de tantos años de novios. Decidimos apostar por este amor que sentimos”, explica Rodrigo García, de 25 años. Hace un mes se casó con Mariana, su novia desde los 15.
Para Nicolás Romero, de 37 años, casarse era un paso importante que, junto a su pareja, querían dar en algún momento. “Decidimos apostar al matrimonio por amor , de pareja y de familia. La propuesta surgió de nuestras charlas, hacia dónde nos proyectábamos”, remarca.
A Andrea Di Marzo también le preguntaron en más de una oportunidad por qué casarse a los 45 años. “Y me volvería a casar”, expresa la mujer, que dio el si hace un año y dos meses. “Me casé con el amor de mi vida. El hace que cada día sea maravilloso”, expresa la esposa de Emilio.
¿Será que Rodrigo, Nicolás y Andrea son una pequeña excepción a la regla? ¿Una contradicción en una época en que el matrimonio en general cae en desuso? Por ahora son solo preguntas sin respuestas en medio de un dato que sorprende a los encuestadores y trabajadores del Registro Civil. Sucede que en el Gran San Miguel de Tucumán están aumentando las bodas.
A diferencia de las grandes ciudades del país, donde ya hay más uniones convivenciales que casamientos, en el área metropolitana de nuestra provincia hay muchas más personas casadas que viviendo en pareja. Son 198.043 los que dieron el “sí”, mientras que 145.896 apostaron por la convivencia.
Y el número va en aumento. Si se compara con 2017, hay 11.159 más tucumanos casados. Las cifras se desprenden de la Encuesta Permanente de Hogares que realiza la Dirección de Estadísticas en lo que se llama Gran Tucumán - Tafí Viejo.
La institución que dirige Raúl García también encontró otras sorpresas: hay menos personas viudas, más solteros y también se incrementó la cantidad de uniones convivenciales.
Los motivos
En el Registro Civil de la capital notaron que, después de años en baja, hay un repunte de casamientos desde hace un tiempo. Al principio, pensaron que era una consecuencia de la pandemia que obligó a todos a suspender hasta la más planeada de las bodas.
Sin embargo, dos años después y pasadas varias olas de covid, la curva del amor con papeles sigue para arriba, según detalló Marcela Galván, subjefa de la sección Matrimonios del Registro Civil
Por mes se registran unos 120 casamientos en la repartición. Además de las bodas que realizan a domicilio, que son aproximadamente seis o siete por fin de semana.
¿Qué motivos llevan a las parejas a sacar turno para dar el sí?, le consultamos. Sin dudas, según Galván, lo hacen por amor. Aunque también se ven otros casos: están los que se casan por la enfermedad de uno de los integrantes de la pareja. “También hemos visto muchos casos de extranjeros que vienen a casarse. Y de tucumanos que se casan con extranjeros y se van del país”, remarcó.
“En general, para los tucumanos, el casamiento sigue siendo una institución muy valorada”, sostuvo. En promedio, tienen entre 25 a 35 años los que se casan por primera vez. Y hay muchos casos de personas mayores de 45 o 50, separados o divorciados, que vuelven a apostar por al matrimonio”, detalló.
En el registro civil hay un dato que llama la atención: varios casos de parejas que estaban divorciadas y que se volvieron a casar después de varios años.
El psicoanalista Gabriel Artaza Saade, autor de los libros “Una nueva virilidad: y otros ensayos sobre sexo y la época”, sostuvo que es cierto que aún conservamos algunas tradiciones que siguen teniendo un valor simbólico importante para los individuos. “El matrimonio en sí es una institución simbólica formadora de la subjetividad que va acompañada a otra institución, que es la de la familia”, reflexionó.
¿Por qué crees que en Tucumán hay más personas casadas?, le consultamos. “Quizás responda a que nuestra provincia -como así otras de la región- el Nombre-del-padre funciona como un referente y no se encuentra tan vapuleado como sucede en las grandes ciudades. Lo cierto es que con la extensión del promedio de vida de las personas, hoy a los 40 años te queda media vida por delante y divorciarse a esa edad es la posibilidad de volver a armar pareja si aún tenés media vida por delante. Desde esa perspectiva, el matrimonio no tiene que ser para toda la vida”, analizó.
Tasa de nupcialidad
Aunque en los últimos años se haya producido un leve aumento la cantidad de matrimonios, si se analiza la tasa de nupcialidad en las últimas dos décadas, es posible ver que los matrimonios están disminuyendo. En el año 2001, por ejemplo, la tasa de nupcialidad en nuestra provincia era de casi 4 (es el número de matrimonios por cada 1.000 del total de habitantes). Según las últimas estadísticas oficiales, en 2018 se casaron 2,7 de cada 1.000 tucumanos.
Los jóvenes apuestan más a la convivencia, admiten desde el Registro Civil. Antes, muchos de ellos se casaban por la obra social, pero ahora como pueden resolver esto con el trámite de unión convivencial, prefieren hacerlo así.
También observan que muchos de los que llegan a concretar el matrimonio lo hacen cuando ya tienen uno o dos hijos. No se trata de una crisis de la pareja ni de la familia - aclaran los expertos -Sino de una nueva forma de planificarlas que implica probar vivir juntos antes de casarse. Igualmente se sigue percibiendo al matrimonio como algo “para toda la vida” o, al menos, como algo que debe durar “mucho tiempo”.
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