Caso Báez Sosa: ¿puede cambiar la situación judicial de los rugbiers luego de la revelación del informe médico?

Caso Báez Sosa: ¿puede cambiar la situación judicial de los rugbiers luego de la revelación del informe médico?

La historia clínica señala que el joven de 18 años murió en el hospital y no en la vereda del boliche Le Brique.

Qué podría pasar con los ocho rugbiers condenados. (Foto: Diego Izquierdo / Télam) Qué podría pasar con los ocho rugbiers condenados. (Foto: Diego Izquierdo / Télam)
26 Mayo 2023

Luego del impactante informe médico que reveló que Fernando Báez Sosa murió en el hospital y no en la vereda del boliche de Villa Gesell donde fue atacado en patota, el abogado defensor de los rugbiers, Hugo Tomei, buscaría adjuntar esta historia clínica al proceso y de esta manera reducir los años de condena a sus defendidos.

Conocida la condena a prisión perpetua para Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Luciano Pertossi (21), Enzo Comelli (22) y Matías Benicelli (23) y los 15 años para Ayrton Viollaz (23), Blas Cinalli (21) y Lucas Pertossi (23), los rugbiers esperan definiciones de la Justicia luego de que ambas partes -abogados de la familia Báez Sosa y Hugo Tomei- hayan presentado sus apelaciones en el Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires.

Qué dice el informe sobre el lugar de muerte de Fernando Báez Sosa

El informe que salió a la luz es del hospital municipal Arturo Illia de Villa Gesell, donde el cuerpo de Fernando llegó al shock room después del brutal ataque.

El documento que reveló Infobae cuenta con un estudio de sangre, un electrocardiograma, una serie de tomografías computarizadas de cráneo, cuello, tórax, abdomen y pelvis. Justamente, la zona de la cabeza fue clave en el juicio porque se tomó que allí fue el golpe mortal que terminó con la vida de Báez Sosa.

Allí, se conoció que en el análisis, se halló una “imagen espontáneamente hiperdensa rellenando los surcos corticales, valles silviano, cisternas peritroncales, ventrículos laterales y centrales extendiéndose a conducto ependimario y espacio epidural”.

Además, remarcaron que existía una “hemorragia subaracnoidea bilateral que ocupa todas las cavidades ependimarias, sin evidencias de lesiones óseas de origen traumático”. En el tórax había “signos claros de aspiración de fluidos y signos de ahogamiento con ocupación de la tráquea, bronquios principales, lobares y segmentarios, así como de las estructuras alveolares parahiliares”.

Básicamente, lo que tuvo Fernando fue una hemorragia masiva lo que provocó que sea imposible salvarle la vida. El detalle está en que no sufrió una fractura de cráneo, por lo que es un detalle que la defensa se intentará agarrar para buscar algún cambio en el dictamen de la Justicia.

Fernando Báez Sosa fue asesinado en patota por ocho rugbiers en enero de 2020. Fernando Báez Sosa fue asesinado en patota por ocho rugbiers en enero de 2020. (Foto: NA)

¿Podrían modificarse las condenas a los rugbiers a partir del informe médico?

En diálogo con Todo Noticias, el abogado de la familia, Fernando Burlando, señaló que el informe médico “no modifica nada desde el punto de vista de la opinión futura de la Justicia”. El foco está puesto en que el electrocardiograma, el cual señala que el corazón de Fernando estuvo latiendo hasta cerca de las 6 de la mañana y esto indica que murió cerca del hospital.

“Son situaciones que ya se conocían, de hecho el Tribunal Oral de Dolores no hizo lugar a un pedido de quien les habla, de incorporar el testimonio de la doctora Romero y las historias clínicas. Lo que quedó claro durante el proceso y durante el juicio es que pierde la vida a las 6.05″, señaló el letrado.

La búsqueda de la defensa de los rugbiers es desestimar el testimonio de la emergentóloga Carolina Giribaldi Larrosa, personal del hospital Illia, que declaró en el juicio contra los acusados. Se trató de la médica que llegó al lugar del hecho y constató que Báez Sosa “no presentaba signos vitales”.

Además, agregó que las heridas en la cabeza de Fernando provocaron una hemorragia cerebral masiva donde no tenía chance de sobrevivir. “El tronco encefálico es fundamental. El paro cardíaco es irreversible: se puede estimular el corazón manualmente, pero no tiene estímulo propio”, concluyó ante el Tribunal.

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