La muerte de Tina Turner: una reina que ya es leyenda

Las piernas semidesnudas dibujan frenéticos pasos. El deseo se contorsiona en esa silueta provocadora. La voz desafiante electriza el aire. Seduce multitudes. La piel de gallina es un virus colectivo y atemporal. Pocos pueden resistirse a su canto felino. “¿Qué tiene que ver el amor, tiene que ver con eso? Lo que es el amor, sino una emoción de segunda mano. ¿Qué tiene que ver el amor, tiene que ver con eso? ¿Quién necesita un corazón cuando se puede romper un corazón? He estado tomando una nueva dirección. Pero tengo que decir: He estado pensando en mi propia protección. Me asusta sentirme así…”, canta la “Reina del Rock”, despabilando la euforia con “What's Love Got To Do With It”. Los 83 años de Tina Turner se despidieron ayer de la vida, tras luchar contra un cáncer intestinal.

Anna Mae Bullock vio la luz el 26 de noviembre de 1939 en Brownsville, Tennessee (Estados Unidos). Su madre abandonó el hogar, siendo una niña de 11 años que trabaja en las plantaciones de algodón. “Quería que volviera por mí y esperé, pero nunca lo hizo. Y está bien, ¿sabes por qué? Soy una chica de un campo de algodón que superó la destrucción y los errores. Y estoy aquí para ti… Mi madre y mi padre no se amaban, así que siempre estaban peleando”, revela en un documental.

El músico Ike Turner, líder de los Kings of Rhythm, la descubre a mediados de los 50. Debuta en 1960 como Tina Turner con el simple “A Fool in Love”, integrando la banda de Ike. Fue el comienzo de varios éxitos como “River Deep “, “Proud Mary”, de John Fogerty, y “Nutbush City Limits”, una canción de su autoría. A los 18 años, se convirtió en madre de Craig, cuyo padre era Raymond Hill, saxofonista de la banda de Ike, quien la abandona.

Brutal paliza

Tina se va a vivir con Turner, con quien concibe a Ike Jr. que nació en 1960. Se casó con Ike dos años después. Es pareja de Turner durante 16 años, a quien abandona cansada de la violencia física, luego de una brutal paliza. “Los labios rotos, los ojos morados, las articulaciones dislocadas, los huesos rotos y el tormento psicológico se convirtieron en parte de la vida cotidiana”, contó en su autobiografía. Cincuenta pastillas intentan dormirla para siempre pero afortunadamente, fracasan. La ruptura legal se concreta en 1978: “Del divorcio no obtuve nada. Ni dinero ni casa. Entonces dije: ‘me quedaré con el nombre’… Durante mucho tiempo odié a Ike. Cuando murió, me di cuenta de que estaba enfermo. He tenido una vida de abusos y no hay otra forma de contar la historia. Esa es la realidad. Y tengo que aceptarla”.

Enamorada del Rolling

Tres años antes, actúa en “Tommy”, galardonada película de Ken Russell, que la catapulta como “Acid Queen”. En 1981, abre el concierto de los Rolling Stones como solista y en 1985, actúa con Mick Jagger en el Festival Live Aid de Filadelfia, ocasión en que, Jagger le arrancó la falda a Tina en plena actuación. “Siempre estuve enamorada de Mick Jagger. Me encantaba cuando salíamos de gira con los Rolling Stones”, confiesa en una de sus últimas entrevistas.

En 1984, su disco “Private Dancer” la ubica nuevamente en la “pole position” del ranking de rock y obtiene cuatro premios Grammy. “What's Love Got to Do with It”, “Let's Stay Together” y “The Best” alcanzan un éxito notable y la consolidan como solista. “Yo no me odio a mí misma. Antes odiaba mi trabajo, odiaba esa imagen sexy, odiaba esas fotos de mí en el escenario, odiaba esa artista lasciva que quisieron hacer de mí. En el escenario necesito una explosión de vida. Esto es entretenimiento para mí”, dice.

Un secreto

En 1985, regresa a la pantalla grande con la película “Mad Max” y en 1995 tiene su cargo un rol secundario en “Last Action Hero”. En 1993, su vida es al cine en “What’s Love Got to Do with It”, donde es personificada por Angela Bassett. “Twenty Four Seven” (1999) es su último álbum en estudio; en 2004, edita la exitosa recopilación “All the Best”. Consciente del hipnotismo que ejercen sus piernas, las asegura en 3,2 millones de dólares, convirtiéndolas en las más caras de la historia: “Nunca me sentí segura de ninguna parte de mi cuerpo cuando era joven. Con toda la atención que recibían mis piernas, me di cuenta de que debían estar bien. El secreto de mi belleza es ser feliz conmigo misma. No uso tratamientos”.

Sus enérgicas actuaciones, sus provocativos vestidos, su voz punzante, conserva su vigor interpretativo y físico hasta hace pocos años, cuando decide retirarse de los escenarios. Ha vendido más de 200 millones de álbumes en todo el mundo. En 2008 abandona su retiro para realizar una exitosa gira mundial. “No me gusta vivir en el pasado. Me hice a mí misma; siempre quise convertirme en una mejor persona, porque no tuve educación. Ese era mi sueño: tener clase...”, dice

En 2017, un trasplante de riñón intentó morigerar sus dolencias, pero no logró. Este miércoles, la muerte nos dejó huérfanos de esta pantera del rock que durante seis décadas mojó con la sensualidad de su arte millones de corazones.

“El secreto de mi música es sentir mis emociones. Los artistas son personas emocionalmente inteligentes, pues saben conectar con sus emociones, las comprenden y las transmiten”. Marche un réquiem para el canto y las piernas de Tina Tuner.