La frase quedó en medio de un párrafo mayor, de denuncia más amplia contra el clientelismo que ejecuta el oficialismo provincial en el marco de las elecciones. El candidato a gobernador por Juntos por el Cambio (JxC), Roberto Sánchez, lo dijo como al pasar. Pero sus palabras no pasaron inadvertidas. “Escuchás que ahora en vez de dar dinero dan droga. La gente de los barrios lo cuenta, lo dice, lo están sabiendo. Duele mucho. Debemos cambiarlo”, había dicho durante la entrevista que dio el martes a Panorama Tucumano, el programa de LGPlay.
Ayer, amplió sus declaraciones. “Los vecinos denuncian que punteros del oficialismo ofrecen droga a cambio de un voto. Nos indigna mucho esa situación y la denunciamos públicamente para que paren con esa mercantilización de la política, que mata a los jóvenes tucumanos. Una cosa son los spots publicitarios del Gobierno y otra es la que pasa en las calles de barrios y ciudades de toda la provincia. El combate al narcotráfico no admite dobles discursos”, fustigó el diputado.
“Sabemos de las prácticas que intentan comprar el voto de la gente en cada elección. El oficialismo ha perfeccionado todo lo que tiene a su alcance para condicionar la libertad de los ciudadanos. Ahora, darle droga a los chicos a cambio de que los voten es intolerable. No se puede joder con las adicciones que tanto daño están haciendo a miles de familias de la provincia. Nosotros nos ocuparemos de un problema que también fue abandonado por el Estado”, añadió. Y tras cartón, arengó: “vamos a ganarles a los que se creen dueños de todo; se termina la prepotencia y vienen tiempos mejores para la provincia”.
Historia
La denuncia de que la droga forma parte de las prebendas electorales no es nueva. “Los narcotraficantes se ligan al poder económico, político y policial para actuar impunemente. Las autoridades saben perfectamente quiénes son y dónde realizan sus operaciones. No se puede desconocer que algunos políticos se aprovechan de esto”, había dicho en los albores de 2009 el entonces legislador Hugo Balceda -fallecido en octubre del año pasado-. Recibió la condena generalizada de pares y de otros funcionarios del oficialismo; incluido el ex gobernador José Alperovich. De a poco, Balceda fue bajando el tono de su denuncia. Y un año después dijo que sus palabras habían sido malinterpretadas.
A mediados de 2013, en el marco de una serie de debates que había organizado LA GACETA por el inminente debut del “voto joven” -el 1 de noviembre del año anterior se había reformado la ley para que los menores de 16 a 18 años puedan sufragar-, alumnos del último año de una escuela de Las Talitas habían hablado sin tapujos del tema: “conozco una persona que le dieron $ 100. Con eso se compró un baguyo (bolsa con marihuana)”. “Para que voten, a los chicos les darán $ 50. ¿Para qué? Para ir a un transa; para nada más”. “Si le dan $ 50 a los chicos que se están drogando, más vale que lo van a votar. Porque con eso se comprarán baguyos. Lo usarán con un transa o para tomar”. “Ellos (los políticos) se enfocarán en chicos de bajos recursos; saben que la mayoría de ellos se droga. Saben que ahí tienen el voto seguro”.
Repercusiones
Los dichos de Sánchez repercutieron en otros espacios políticos. Todos apuntaron contra el oficialismo provincial. Pero en algunos casos los opositores no se salvaron de los cuestionamientos. “Durante las elecciones, los punteros -del oficialismo provincial y de todos los partidos tradicionales- efectivamente funcionan como punteros políticos. Pero en tiempos no electorales funcionan como punteros del narcotráfico”, dijo el candidato a gobernador por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores - Unidad (FIT-U), Martín Correa.
“Que se ofrezca droga a cambio de votos no me extraña. Y no me extrañaría que suceda con todos los partidos patronales. Tanto en el Partido Justicialista como en Juntos por el Cambio supimos de candidatos vinculados al negocio de la droga. Para terminar con esto, necesitamos la organización de los vecinos, para correr a los narcotraficantes de los barrios. Ni la Policía ni el Estado lo harán”, manifestó Correa.
“En la elección de 2015 habíamos recibido denuncias de que en algunos circuitos entregaban porros, droga, a cambio de un voto. Y no estoy diciendo ninguna novedad: dirigentes territoriales del oficialismo lo saben. Cuando venís desde el aeropuerto, en los semáforos ves la situación en la que están los chicos que limpian vidrios. Y naturalmente en un proceso electoral este tipo de prácticas se dan”, afirmó el ex candidato a gobernador José Cano.
A criterio del ahora postulante a legislador, el sistema electoral vigente facilita esta triste situación. “Es absolutamente repudiable. Esto debería generar un profundo llamado a la reflexión no solo de toda la dirigencia política de Tucumán, sino también de las universidades, de los colegios profesionales, de la Federación Económica. Con este sistema electoral no se puede seguir eligiendo las autoridades de la provincia. Pero algunos silencios duelen”, agregó.
Sin embargo, se mostró confiado en que en un futuro cercano se modificará el sistema electoral. “No tengo ninguna duda de que esta será la última elección en la que votamos con este sistema. Es un escándalo, que promueve las peores prácticas de clientelismo político. Se sustenta en utilizar cualquier recurso para captar votos”, criticó.