El presidente, Alberto Fernández, reaparecerá hoy en el conurbano bonaerense, luego de que admitiera una ruptura de relación con la vicepresidenta Cristina Kirchner, de quien se diferenció respecto a estrategia electoral del oficialismo. Lo hará en la localidad bonaerense de Llavallol, partido de Lomas de Zamora.
Con motivos del acto por el Día de los Trabajadores de Empresas Recuperadas, el mandatario se mostrará, a las 11, en la Cooperativa de Trabajo Cotramel, ex metalúrgica Canale, puesta en función por operarios despedidos en 2018.
En pleno armado electoral y corrido de escena, el Presidente hablará el día después de que, en una entrevista al Diario AR, se mostrara confuso respecto a las definiciones que brindó la exmandataria en los últimos días. La nota se produjo el martes, pero se publicó el domingo por la mañana, a días de que el jefe de Estado oficializara el llamado a concurrir a Plaza de Mayo, a escuchar a la vicepresidenta, en el marco del acto del 25 del corriente mes.
"No logro entender qué significa 'garantizar el tercio'. Es obvio que hay que trabajar para fidelizar el voto propio, el secreto es ir más allá de los fieles para poder garantizar un éxito. ¿De qué me sirve garantizar mi piso, mi tercio, y entrar en la segunda vuelta, si en esa instancia no sumo votos?", se preguntó Alberto Fernández.
En la misma línea, planteó que la salida electoral del Frente de Todos es democratizar el espacio e insistió con las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para dirimir candidaturas, consignó el sitio Noticiasargentinas.com.
Al igual que la titular del Senado, el jefe de Estado detectó el inicio de las diferencias que tensaron la relación, pero lo atribuyó a las intenciones de Cristina Kirchner de "imponer una serie de ideas" con las que se mostró en desacuerdo. "Ahí es donde se produjo el click", subrayó y señaló la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como episodio máximo.
A pesar de eso, aclaró: "Cristina no es corrupta, yo la conozco. Eso lo puedo afirmar sin dudar. No lo es. Alguna gente puede decir que fue una imprudencia ética muy grave haber firmado acuerdos con alguien a quien conocían de antes, devenido en empresario vinculado a la obra pública, pero los descuidos éticos graves que algunos puedan señalar no siempre son delitos, por eso me parece que hay que hacer la diferencia".