“No se está cumpliendo la ley de salud mental”

“No se está cumpliendo la ley de salud mental”

Alberto Trímboli, presidente de la Asociación Argentina de Salud Mental, destacó las carencias que subsisten en el país.

DURANTE LA PONENCIA. Trímboli participó en el reciente Congreso Argentino de la Salud Mental que se hizo en la Facultad de Psicología. DURANTE LA PONENCIA. Trímboli participó en el reciente Congreso Argentino de la Salud Mental que se hizo en la Facultad de Psicología.

La Ley de Salud Mental de nuestro país es considerada una de las mejores del mundo. Sin embargo, desde que entró en vigencia, en 2010, siempre estuvo bajo la lupa, ya que los avances que registró fueron muy limitados. Han pasado 13 años y la salud mental de los argentinos no mejoró. Una buena parte de la población sigue afrontando dificultades para obtener una atención integral y de calidad. Y hay un punto fundamental que no se respeta: la norma estipuló que para 2020 no debían quedar manicomios. Además, las internaciones iban a ser breves y complementadas con dispositivos de reinserción social que evitaran dejar al paciente aislado en un neuropsiquiátrico. Y eso está lejos de cumplirse.

Ese debate fue central durante el III Congreso Argentino “Problemáticas actuales en Salud Mental” y IV Congreso Universitario “Abordaje Interdisciplinario de los Consumos Problemáticos”, que se desarrollaron en la Facultad de Psicología de la UNT. El evento fue organizado por la Secretaría de Extensión Universitaria en conjunto con el Programa Universitario para el Estudio de las Adicciones (PUNA).

Alberto Trímboli, presidente de la Asociación Argentina de Salud Mental, charló con LA GACETA, antes de presentar sus ponencias en la mesa panel sobre “Abordaje de la salud mental en el hospital general”. El psicólogo, que es coordinador del sector de Adicciones del Hospital General de Agudos Dr. Alvarez, también participó de la conferencia “Políticas públicas en salud mental y adicciones”.

- ¿Qué tan lejos se está de hacerse cumplir la ley de salud mental?

- La ley está bastante lejos cumplirse. Aunque hay lugares donde se está intentando hacer algo, en la mayoría de los casos no se hizo nada. Creo que va a pasar mucho tiempo porque o no se entiende bien la norma o no se la quiere implementar. Un claro ejemplo es Santiago del Estero, que inauguró un hospital psiquiátrico, cuando la ley claramente ya no considera posible al manicomio como espacio de atención. La ley prevé que los pacientes con patologías de salud mental deben ser internados, en caso de ser necesario, en hospitales generales. No obstante eso, además todavía hay muchos hospitales que no incorporaron salas de internación para personas que necesitan atención de salud mental. O que por ejemplo no están dando turnos para asistencia de las adicciones. Que todos los centros de salud y hospitales generales brinden atención ambulatoria e internación en salud mental es una gran cuestión pendiente.

- ¿Por qué cuesta tanto terminar con las internaciones prolongadas en el ámbito de la salud mental?

- El sistema de atención que propone la ley no solo deja de lado el modelo manicomial para pasar a uno de atención comunitaria. También preveía que las internaciones fuesen breves, y complementadas con dispositivos comunitarios. Eso también está lejos de cumplirse. Quedan muchas personas internadas que ya están con el alta desde el punto de vista de salud mental. Sin embargo son personas que no tienen familia o no tienen vivienda; quedan internadas por cuestiones sociales y eso no puede seguir ocurriendo.

- ¿Cuáles cree que son las situaciones más preocupantes en la población desde el punto de vista de salud mental?

- La pandemia aumentó el malestar psicológico en la población. Algunas encuestas mostraron eso. Lo que nosotros vemos es que lo más preocupante hoy es cómo se incrementa el consumo de sustancias. Alcohol y psicofármacos es lo que más se consume en actualidad.

- ¿Funcionan los centros de tratamiento para adictos?

- Hay varios centros de rehabilitación dentro y fuera del sistema de salud, en donde se internan a los pacientes con consumo problemático de sustancias. Pero la verdad es que a la hora del alta es un problema; el tema es cuando salen de ahí porque en muchos casos el objetivo que se proponen estos centros es que el paciente no vuelva a consumir nunca más y eso no sucede.

Muchos de estos centros no trabajan con tratamientos para el consumo problemático, sino que hacen a los pacientes limpiar, cocinar o hacer huertas. Lo que cura son las prácticas de salud y no estas actividades. Hay que ver caso por caso. Las personas no son robots que responden todas de la misma forma a un tipo de terapia.

- ¿Están viendo muchos casos de adicciones a la tecnología y a los videojuegos?

- En el hospital Alvarez desde hace 20 años tratamos las adicciones al juego. Sí se está viendo que los chicos pasan muchas horas con las computadoras y eso puede ser un problema. Además, tenemos el Estado en contra, que permite la publicidad de juegos todo el tiempo y en todas partes. Estás viendo un partido de fútbol y se estimula a la gente a que haga apuestas.

Hay localidades donde prácticamente hay un bingo cada media cuadra. Es difícil prevenir estas adicciones cuando el Estado habilita muchas actividades relacionadas al juego. Debería haber una regulación de estas situaciones.

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