El Manchester City se coronó campeón de la Premier League y desató una gran euforia en el Etihad Stadium. Tras el triunfo del City sobre el Chelsea, cientos de fanáticos invadieron el terreno de juego, generando un caos en el estadio. Las autoridades, en conjunto con los servicios de seguridad, actuaron rápidamente para evacuar a los jugadores hacia los vestuarios y establecieron un cordón policial para impedir el acceso de los aficionados a las áreas internas del estadio. La voz del estadio y la pantalla gigante solicitaron a los fanáticos abandonar de inmediato el césped, ya que se debía realizar la entrega de las medallas y el trofeo de la Premier League.
Después de vencer al Chelsea, el Manchester City recibió el merecido título de campeón de la Premier, su tercera consecutiva y la quinta desde la llegada de Guardiola a Mánchester.
Luego de despejar el terreno de juego, el Manchester City pudo llevar a cabo su merecida celebración. Se montó un escenario y uno a uno, los jugadores recibieron sus medallas y levantaron el valioso trofeo.