Tucumán y la triste realidad de siempre

Tucumán y la triste realidad de siempre

La historia no es nueva; más bien se repite como un loop capaz de trascender tiempos, gobiernos, gestiones y todos los etcéteras que rodean a la realidad tucumana. Pero no por reiterada deja de ser importante exponerla. El cántaro se cansó de ir a la fuente y jamás se rompió, será porque está hecho con el hierro de la ineficacia, de las políticas erráticas, de la estrechez de miras. Sobran los apelativos para recordarnos y demostrarnos por qué estamos como estamos. Con un Mundial a menos de 200 kilómetros de la capital provincial, acostumbrados y peligrosamente resignados a envidiar/admirar el protagonismo ajeno.

Ya a medio camino del hermoso estadio “Madre de Ciudades” el viajero tucumano se topó ayer con la efervescencia que el Turismo Carretera desparramó por Las Termas de Río Hondo. Y siguiendo viaje es imposible sustraerse a la evidencia: la traza de la autopista Santiago-Termas está prácticamente concluida. Seguramente el año que viene habrá inauguraciones a todo trapo.

A veces cansa escribir siempre las mismas cosas, pero no deja de ser una obligación. Tal vez en algún momento las políticas de Estado modifiquen una inercia a la que los tucumanos vivimos subidos desde hace décadas. Por el momento, sigue tratándose de cruzar una frontera para constatar lo que podríamos ser. De momento, pensar en un Mundial en Tucumán, es cosa de ciencia ficción. Nada que no conozcamos.

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