La cara de los jugadores en la zona mixta dejó en claro el alivio que significó el 2-1 en el debut. Argentinano podía fallar. Con sufrimiento, logró torcer una historia que había comenzado cruzada.
“Teníamos mucha ansiedad. Eso, sumado a que comenzamos perdiendo el partido, nos hizo muy cuesta arriba la historia. Lo bueno es que pudimos dar vuelta el resultado, y luego sostenerlo. Este triunfo es importantísimo”, aseguró Alejo Véliz, el punta de Rosario Central, que con un cabezazo bombeado, logró el empate casi inmediatamente luego del gol uzbeco. “Creo que la virtud fue no habernos caído nunca. Lo fuimos a buscar y creo que por momentos lo hicimos muy bien. Para mí fue un sueño marcar el gol, justo la primera vez que mi familia venía a verme en la Selección”, sentenció.
Valentín Barco (foto) fue uno de los más ovacionados por el hincha. Tuvo ida y vuelta, sacrificio en la marca y estuvo lúcido cuando le tocó pasar al ataque. Así sumó una asistencia en el 2-1. “Es lindo, pero yo me fijo mucho más en lo defensivo. Quiero hacerme fuerte en la marca, brindarle solidez al equipo. Ese es el primer paso, después llegará lo otro”, afirmó el lateral izquierdo de Boca, dejando en claro que no fue una sorpresa el juego de Uzbekistán. “Sabíamos cómo jugaban. Nos pegaron primero y eso complicó todo. Tenemos que mejorar algunos aspectos, pero suma confianza”.
En tanto, Javier Mascherano se fue conforme. “Al primer partido siempre hay que ganarlo y cumplimos”, aseguró el DT.