Por Santiago Pérez Cerimele
21 Mayo 2023
EL GOBERNADOR DEBE EMERGER CON UN CONDUCTOR DEL PJ. Analistas entienden que así podrá sumar voluntades y caerle en gracia a Cristina. as dfasdfasdfasdf
El norte del gobernador, Juan Manzur, apunta hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Hace tiempo que se habla de los deseos del ex jefe de Gabinete de dar un salto, y pasar directamente a jugar en la liga nacional. Incluso, en el contexto de comicios provinciales se analizaba que el mandatario debía obtener un grueso caudal de votos para desembarcar en CABA, postcomicios de Tucumán, con un porcentaje que inspire respeto.
En los últimos días, una serie de golpes amenazaron con aflojar la estructura sobre la cual se monta su plan. A tres días de la fecha en la cual los tucumanos debían ir a las urnas, una cautelar de la Corte Suprema de Justicia de la Nación suspendió la votación para las categorías de gobernador y de vicegobernador. Finalmente, ese escrito resultó un freno -y un paño frío- para el proceso electoral todo.
El fallo se había originado, precisamente, a partir de un planteo en contra de la postulación de Manzur como vicegobernador. Y a raíz de ello, y con el fin de destrabar la situación para que la maquinaria del proselitismo vuelva a moverse, Manzur resignó su postulación. Eso sí, se encargó de vocear a los cuatro vientos que él iba a ocupar el rol de jefe de campaña.
Desde ese lugar, el gobernador intentará obtener un enorme porcentaje de votos. Los números con los cuales ganaron la mayoría de los gobernadores en las elecciones que se vienen dando, sin embargo, le elevan la vara. Muy en especial, los que se referencian con el Frente de Todos.
Aquí cerca, en La Rioja, Ricardo Quintela (Frente de Todos) alcanzó la reelección con el 50,63%. Además, le sacó casi 20 puntos al segundo, Juntos por el Cambio. Sergio Ziliotto también resultó reelecto en La Pampa, con casi un 48%. Y en Tierra del Fuego Gustavo Melella superó el 51% de los sufragios, y dejó 40 puntos detrás a su inmediato perseguidor, el PRO.
Más allá del umbrío panorama, analistas políticos no dan por descartadas las posibilidades de Manzur de hacerse fuerte en el ámbito nacional. Sobre todo porque, según afirman, el porcentaje de votos no necesariamente garantiza poder, ni es sinónimo de caudillaje.
“No es tanto una cuestión de números; porque si así fuese hay gobernadores como Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) o Gustavo Sáenz (Salta), que tienen números mucho más altos y no sé si eso los posiciona de una buena manera en el escenario nacional”, señaló el politólogo y consultor Luis Karamaneff.
“En todo caso, con Manzur pasa porque efectivamente él se constituya, para el peronismo, como el líder de la provincia o, al menos, el líder del peronismo tucumano. Eso sirve a la hora de la proyección nacional; sobre todo en la disputa o en la rosca con los otros gobernadores y con el presidente. Eso es lo que importa”, añadió Karamaneff.
Sobre este punto, de hecho, el politólogo advierte una flaqueza. “El tema es que él mismo sale a gritar ‘el jefe del peronismo soy yo’; y me parece que muchos se pueden empezar a dar cuenta -o ya se dieron cuenta- de que Manzur no maneja la provincia o, al menos, ya no es el líder indiscutido. Y eso le complicará su proyección nacional”, destacó.
Añadió que la cautelar de la Corte complicó la situación. “Si él tiene intenciones de ser incluido en una fórmula, el fallo de la Corte (es un problema). Ya en términos políticos no suma tanto, porque, en el fondo, ni siquiera maneja la provincia; y encima en la agenda nacional quedó asociado a un líder ‘feudal’ que se quiso perpetuar en el poder. Sea así o no, hoy en el escenario nacional él pierde acciones con esa asociación”, subrayó Karamaneff.
De todos modos, precisó que todo ello no implica que Manzur ya no tenga alternativas de volverse un protagonista en el próximo armado nacional. “Porque le queda la rosca; se le complica con este tema de si lidera o no, pero es una persona de contactos, con vínculos con los dirigentes de la CGT, con otros gobernadores, con empresarios poderosos. Entonces, me parece que él seguirá jugando en esa instancia, y rogando que el peronismo gane a nivel nacional y él, de alguna manera, quede instalado en algún Ministerio, en una Embajada, en el Senado, que aunque son ‘jubilaciones un poco VIP’, lo mantengan con vida en la escena nacional”, cerró el politólogo.
Flojo antecedente
El consultor y analista político Juan Courel también descarta el porcentaje electoral, como condición para que Manzur pise fuerte en la Nación. “Su proyección nacional tiene menos que ver con el resultado que obtenga en Tucumán que con la capacidad que encuentre de sumar voluntades afuera de la provincia”, afirmó.
En ese sentido, resaltó el papel de la vicepresidenta, Cristina Fernández. “Hoy la gran electora del peronismo sigue siendo, por lejos, Cristina, porque es la única que tiene votos a nivel nacional. Y salvo que los gobernadores elijan a un primus inter pares, no veo ninguna posibilidad de que emerja otro liderazgo en el oficialismo”, señaló Courel, quien estuvo a cargo de la comunicación del peronismo en las últimas dos elecciones presidenciales.
En este marco, el analista político consideró que Manzur no la tiene tan sencilla; en especial, por el último antecedente nacional del gobernador. “Veo un largo camino por recorrer para una instalación nacional. Haber sido jefe de Gabinete de este Gobierno no es una carta de presentación muy atractiva”, finalizó Courel.
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