¿Cuánto dinero se necesita al mes para ser considerado de clase media tradicional? Tomando como referencia el cálculo del relevamiento efectuado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) una familia tipo requiere no menos de $ 320.000 para cubrir todos sus gastos mensuales. La cifra puede ser aún mayor si se toman otras variables, como por ejemplo, si ese grupo familiar alquila una vivienda, tiene un auto de al menos 10 años de antigüedad, requiere una cobertura de medicina prepaga, paga el colegio privado de dos niños y hasta un abono de algún club. En ese caso, el presupuesto familiar se estira hasta los $ 370.000, de acuerdo con la medición del Centro de Educación Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC). En el promedio, y tomando en cuenta la estructura de gastos del interior del país en base a datos de la Encuesta de Gastos de Hogares, puede inferirse que en el caso de Tucumán, una familia tipo precisa no menos de $ 330.000 para ser considerado de clase media (el equivalente a dos canastas y media básicas totales –CBT-, que marca el límite de ingresos para no ser considerado pobre).
La estampida inflacionaria de los últimos años ha consolidado una tendencia socioeconómica que se observa en la Evolución de la Distribución del Ingreso, un informe difundido por la Dirección de Estadística de la Provincia: una actitud de mayor cautela en el consumo de los sectores con mayor poder adquisitivo, un empobrecimiento paulatino de la clase media y una estabilización de los sectores más vulnerables, por efecto de los planes asistenciales del Estado que evitar que los índices de pobreza y de indigencia sean más elevados que los que se muestran en las estadísticas oficiales. Los hogares con ingreso tienen en promedio un ingreso total familiar de $ 139.249 al cuarto trimestre de 2022, muy cerca del valor de la Canasta Básica Total que, en ese momento, era de $ 133.416 para un matrimonio con dos hijos pequeños (hoy se calcula en $ 178.161 mensuales). La brecha de ingresos para los hogares según ingreso total familiar es 11. Esto quiere decir que por cada peso que percibe un hogar perteneciente al decil de menores ingresos, un hogar del decil de mayores ingresos recibe 11, en promedio, dice el informe del área conducida por el economista Raúl García.
Tras la pandemia de Covid-19, desatada en 2020, la brecha de ingresos se fue achicando hasta llegar a esas 11 en la que las familias ubicadas en el decil más alto registra un ingreso medio de $ 372.952 mensuales, mientras que el decil más bajo de esa medición cuenta con un ingreso de $ 32.477 al cierre del año pasado. De esa escala de ingresos se infiere que cerca del 37% de las familias que residen en el aglomerado urbano provincial ganan por encima de la CBT y, por lo tanto, pueden ser considerados de clase media tradicional, mientras que un 12% de esa población puede ser registrada como clase media alta. Casi un 12% puede representar lo que sería la clase media baja, con la vulnerabilidad en los ingresos que pueden entrar y salir de la pobreza, de acuerdo con lo que ganen en el mes y si logran conseguir otro empleo para subsistir y no caer en la pobreza. En el 39% de los grupos familiares restantes de la escala de ingresos se ubican los pobres y los indigentes. El dato oficial al cierre de 2022 señala que el 43,5% de la población del gran Tucumán-Tafí Viejo está en situación de pobreza. Representan 398.304 personas sobre un total de 914.605 habitantes del conglomerado urbano. En esa población se focalizan los programas sociales estatales que, en la sumatoria de ingresos del grupo familiar, esos beneficiarios pueden capear la crisis inflacionaria con un mayor poder de compra de varios subsidios.
“Los planes asistenciales han seguido el ritmo de lo que puede considerarse un Salario Mínimo, Vital y Móvil. Gran parte de esa ingreso va a costear el consumo de alimentos, distintoal caso de la clase media, que tiene otro tipo de necesidades”, plantea a LA GACETA Daniel Abad, director del Centro de Estudios Económicos y Sociales del NOA (Cesnoa).
La estructura de gastos de la clase media tradicional ha sentido el impacto general de la suba sostenida de precios. “La calidad de vida de lo que conocemos como familias de clase media se erosionó con mayor fuerza y se empobreció por la política económica existente en el país”, acota el consultor. En ese contexto, Abad detalla que estas familias están pendientes de las paritarias en el sector privado que, salvo las de los camioneros o la de los bancarios, el resto corre por detrás de la inflación. “Una familia de clase media adquiere un vehículo en cuotas;_entonces sufre el efecto del aumento de esas cuotas mensuales. A la vez, los golpea el reajuste en el combustible y en el alquiler de una cochera porque va a trabajar en ese vehículo”, acota. La calidad de vida se encarece si tiene chicos en colegios privados, donde las cuotas están experimentando alzas mensuales del 4% en promedio. Otro dato característico de las familias de clase media: no resigna tanto en indumentaria. En este aspecto, las prendas de vestir y el calzado arrastran un incremento interanual del 128%, casi 23 puntos por encima de la inflación en ese período. Además de ese escenario, la clase media tradicional está perdiendo los subsidios con la actualización de las tarifas de los servicios.