En la mañana del miércoles, el centro está interrumpido. En algunas veredas está complicado caminar; en la peatonal es casi imposible recorrer las vidrieras, y entrar a algunas farmacias puede ser difícil. Esa imagen se repite, con menos fuerza, en otros puntos de la capital, sí, pero nada se compara al microcentro. Tucumán está repleto de personas haciendo en “modo espera”. Y todo se debe a la caída de algunos sistemas tecnológicos, lo que provocó primero el caos con la carga de tarjetas de colectivo y en los servicios de descuentos en farmacias. Y cuando todo parecía que empezaba a normalizarse, las fallas llegaron al Correo Argentino.
Las razones no son las mismas. La caída del sistema que permite la carga de las tarjetas Ciudadana y Metropolitana ocurrió el jueves pasado. Con el correr de las horas, la empresa Bizland (a cargo del servicio en Tucumán y en otras cuatro provincias) informó que todo se debió a un ataque cibernético a un proveedor internacional, que afectó a varias compañías en el mundo. Como la empresa tenía medidas de seguridad, el hackeo no llegó al robo de información. Pero sí se frenó la comunicación y, con ello, el normal funcionamiento del servicio. Ese mismo ataque informático fue el que hizo que las farmacias tuvieran dificultades para realizar descuentos en medicaciones: el programa que falló también es administrado por Bizland.
Desde el martes, poco a poco esos servicios empezaron a normalizarse. Pero las filas se mantuvieron. “He estado viajando sin carga y no he tenido ningún problema, pero hoy ya tuve que venir a cargarla, y estuve una hora y media esperando. Esperemos que se solucione rápido”, dijo a LA GACETA Rosa Graneros, luego de reponer el saldo de su tarjeta en el punto de carga de Maipú 121. Alejandro Barrojo, en tanto, ocupó una hora para lograr el cometido en el mismo quiosco. “La cargué los días anteriores a la caída, pero ya tuve que usar los negativos. Ayer a la noche me fue imposible cargar en otro punto, se habían quedado sin saldo. Por eso tuve que venir... si no, en taxi se te va el presupuesto a las nubes”.
Más fallos
Mientras las filas para recargar las tarjetas prepagas ya eran de casi una cuadra, Tucumán se sorprendió ayer con otra cola larguísima: por el pago de Becas Progresar, de Asignaciones y de otros beneficios, cientos de personas comenzaron a agruparse en la esquina de 25 de Mayo y Córdoba. Desde muy temprano -y como ya es costumbre para estas fechas- los receptores comenzaron a llegar. Pero hubo un problema: se cayó el sistema en todo el país. En el centro llegó a haber 300 metros de fila; empezaba en la entrada del Correo, seguía por 25 de Mayo y doblaba hasta Mendoza al 600. “Estoy desde las 7 de la mañana (haciendo fila), para enterarme ahora, a las 9.30, que no hay sistema. Estuve conversando con gente que viene de distintos pueblos, y nada... Nos tienen que dar una solución. Nos dijeron que a partir de las dos de la tarde volverá el sistema, pero las personas tienen cosas que hacer”, dijo a LG Play Rosario, una joven bastante preocupada por la situación.
Bueno, en realidad, todos estuvieron bastante intranquilos por lo sucedido. “Me dijeron que en algún momento iba a haber sistema, pero están los chicos desvelados... todo está mal, tiene que haber una solución”, dijo enojada una mujer a LA GACETA. Ella llegó muy temprano con sus hijos, listos para cobrar la ayuda estudiantil. “Esto no puede ser, y no hablo solo por mis hijos, que están desvelados. Les dan oportunidades, les dan una mínima ayuda, pero siempre hay que pagar consecuencias -reflexionó-; mi hijo va a la tarde a la escuela y ya va a perder el día. Ya ha venido, se ha desvelado, no lo voy a mandar”.
La imagen del Correo Argentino se repitió en las sucursales de toda Argentina. La solución llegó a las provincias más tarde: pasadas las 10, el servicio se restituyó y comenzó a funcionar con mayor celeridad. En Tucumán la larga espera se mantuvo hasta horas de la tarde.
Vuelta a la normalidad
Las filas que sí continuaron fueron las dispuestas fuera de los quioscos. La necesidad de cargar la tarjeta de colectivo hizo que más de uno tuviera que, finalmente, enfrentarse a la espera. Es que a partir de hoy -confirmó a LA GACETA Jorge Berreta, vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat)- no se podrán utilizar más que cuatro viajes en saldo negativo. Esto quiere decir que para viajar habrá que presentar la tarjeta con a) saldo positivo o b) con saldo negativo autorizado.
“Los usuarios ya no van a poder viajar más como viene sucediendo, que algunos suben sin presentar la tarjeta”, advirtió. Berreta explicó que la base madre de datos de Bizland “ya está productiva, con lo cual están preparando una difusión masiva a todos los puntos de venta, y posiblemente ya estén los posnet (las máquinas de carga) restablecidas mañana (por hoy) al 100%”.
En el transcurso de ayer -informó- el número de puntos de carga ya fue duplicado; el día, que empezó sólo con 30 centros distribuidos por Tucumán, finalizó la jornada con 60, de un total de 400 máquinas.