15 Mayo 2023
SOBRE EL ALIMENTO. Dispone de una buena cantidad de ácidos grasos, proteínas y vitamina C, E, B1 y B2.
La quinoa es un alimento de alto valor nutricional y que se ha convertido en un gran aliado para incorporar en las dietas. No conformes con estas características, un grupo de investigadores tucumanos realizó un estudio para encontrar la forma de aprovechar aún más la semilla. Cómo resultado principal, se determinó que utilizar estiércol de cabra a modo de abono podía mejorar significativamente sus propiedades y aumentar su rendimiento.
“Para realizar el estudio se utilizó estiércol caprino compostado y dos variedades de quinoa (una de nivel de mar y otra de montaña). En el caso de agregar cuatro toneladas de estiércol por hectárea se obtuvieron casi 5.300 kilos de grano; contra un rendimiento de 2.000 kilos sin el agregado de este fertilizante”, indicó el doctor Luis Erazzú (INTA-Famaillá).
Sumado a dicho incremento material, los profesionales resaltaron el aporte de nuevos márgenes nutricionales. “Ante la fertilización el contenido de proteínas incrementó desde un 15 % a 22 % en ambas variedades. Además, se registró un aumento de los azucares solubles totales, que incluyen la glucosa, fructosa y sacarosa, pero el crecimiento más importante se logró con la quinoa de montaña. Los minerales que son importantes en nuestro metabolismo (como el potasio, sodio, silicio, magnesio, calcio, níquel y fósforo) también incrementaron su concentración”, agregó el doctor Juan González; otro de los responsables del proyecto.
Por otra parte, en el estudio se confirmó que la quinoa con abono disponía de mayores ácidos grasos (en especial de omega 6 y omega 3). Sumado a dosis de cromo y litio. “El primero cumple un rol importante en el transporte de proteínas y en la prevención de la diabetes. Mientras que el litio es un elemento clave en la regulación del sistema nervioso central. Asimismo, se conoce que el silicio es esencial para la asimilación del calcio y para la formación de nuevas células y que el níquel contribuye a mejorar el funcionamiento del páncreas”, explicó el doctor Emilio Lizárraga, miembro del equipo.
La investigación (publicada hace poco en la revista suiza Agronomy) se llevó a cabo en Amaicha del Valle y contó con la participación de nueve académicos extranjeros (repartidos entre Egipto, España, Francia y Arabia).
Medioambiente
Desde el punto de vista ambiental, emplear estiércol de cabra como abono puede contribuir a reducir nuestra dependencia a los fertilizantes químicos. A su vez, eso se traduciría en una mejora del suelo y menor contaminación.
“El estudio abre la posibilidad de utilizar de manera alternativa un recurso que abunda en las zonas de montaña del NOA, en otros países andinos e incluso en territorios del norte de África y de Europa (razón por la cual se contó con una colaboración internacional)”, comentaron las investigadoras Paola Fontana y Luciana Martínez Calsina.
El equipo local se completó con el licenciado Sebastián Buedo, Andrea Oviedo (Fundación Miguel Lillo), Carina Van Nieuwenhove (Conicet) y Daniela González (Conicet).
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