Durante su paso por Tucumán, y tras la conquista del tricampeonato argentino con Buenos Aires, la mediocampista de Las Leonas Eugenia Trinchinetti compartió una charla con LA GACETA, en la que repasó sus inicios en el deporte y detalló cuáles son sus próximos objetivos.
- ¿Por qué elegiste el hockey?
- Arranqué a los 5 años en San Fernando, que es el club de toda mi familia. Mi abuelo fue presidente, entonces sí o sí iba a ir ahí. Fui la primera de seis hermanos que se inició en el hockey. Los tres más chicos compartimos esta disciplina, los otros hicieron mucho tenis y natación. La vida del club te enseña un montón de cosas. Es hermoso terminar de jugar y que todos estén ahí.
- Con esa historia, ¿qué significó para vos ser campeona del Metropolitano en 2021 con San Fernando?
- Nada se compara. Creo que ese año también tuvo un “gustito” especial porque salimos campeonas con los varones. Tuvimos la doble Copa. Era la primera vez y fue algo increíble. Nos faltaba ese paso de madurez para lograrlo. Habíamos quedado muchos años en la semifinal. El año pasado también alcanzamos la final, pero se nos escapó.
- ¿Cómo fue tu proceso en Las Leonas?
- Estuve con las Leoncitas en los Juegos de la Juventud de Nankín, donde ganamos el bronce. Al año siguiente, en 2015, me convocaron al seleccionado mayor. Mientras me entrenaba con Las Leonas recortaron la lista y me indicaron que volviera al Junior, con el que gané el Mundial.
- ¿Qué pasó por tu cabeza cuando te dejan afuera del seleccionado mayor?
- Siempre me quedo tranquila. Creo que soy una jugadora que intenta dar lo mejor. A veces salen las cosas bien, otras veces no. Hoy me veo y creo que me faltaba también ese clic de madurez. Por ahí, pasaba la pelota cuando no tenía que hacerlo y ese criterio te lo van dando la edad y los partidos.
- ¿Qué tal la experiencia de ser deportista olímpica en Tokio?
- Con Las Leonas fue el torneo más lindo que me tocó jugar. Con el “garrón” de la pandemia, eso sí. Se había hecho todo virtual, nos mandaban rutina y nos juntábamos lunes, miércoles y viernes. Intentábamos dar lo mejor, nos veíamos la cara, nos reíamos y estábamos todas detrás de una pantalla con el mismo objetivo.
- ¿Qué les faltó para conquistar el oro?
- Un poco de cabeza y juego colectivo. Sabemos que tenemos que cambiar eso y durante el Mundial y la Pro League lo buscamos. Las armas individuales son muy buenas, pero por ahí te bloquean frontalmente y no encontrás respuestas. Sin embargo, como equipo fuimos un orgullo.
- ¿Los shoot-outs son cuestión de suerte? ¿Pueden ser un arma importante para Argentina?
- Creo que es un poco de cómo estás en el partido. Una fina línea entre cómo te levantaste de la cama y una “cuotita” de preparación también. Entrenar los shoot-outs es algo que tiene que hacer Argentina. Por más que seamos un equipo que genera situaciones, hay días en que la bocha no entra. Debemos estar capacitadas para llegar a esas instancias de la mejor manera.
- Durante el Mundial, fuiste noticia por regalarle el premio de Mejor Jugadora de cuartos de final a Belén Succi ¿Por qué?
- Cuando me lo vinieron a entregar dije: “no, qué barbaridad, me lo están dando a mí y Belén sacó unas pelotas increíbles”. Estábamos ganando 1-0 un partido cerradísimo, ellas eran superiores y nos “cascotearon el rancho”. Al final estaba reemocionada y me preguntaba cómo se lo iba a dar.
- ¿Qué significó compartir plantel con una campeona del mundo?
- Creo que todavía no soy consciente de que compartí cancha con Belén Succi. Cuando era chiquita y miraba Las Leonas por la tele era importantísimo ver su juego. Siempre fue la número uno en el arco y todavía no caigo de que llegué a jugar con ella.
- ¿Te hubiera gustado compartir con otras jugadoras de esa camada?
- Sin dudas, con Luciana Aymar. Le dabas una pelota y resolvía cualquier situación. Pero creo que cada equipo en su generación tuvo algo muy bueno. Lo que me gusta del actual seleccionado es que realmente nos llevamos muy bien y nos mantenemos humildes. Cuando debemos decirnos las cosas, lo hacemos sin problemas.
- ¿Cómo es tu relación con la tucumana Victoria Sauze?
- No sabés, todos los días me estuvo mandando mensajes porque quería estar en Tucumán jugando el Argentino de Selecciones. Ella quiere estar en todos lados, pero le dije que juegue su torneo en Holanda (risas). La segunda cancha en la que jugamos, fue la de Tucumán Rugby, entonces me contaba que ese era el club de ella y que estaba cerca de su casa.
- ¿Cómo se maneja la presión en el hockey?
- No sé si siento presión, pero cualquier partido que vaya a jugar, intento ganarlo. Soy una persona muy competitiva e intento ganar. Tengo un equipo en el que me puedo apoyar y no necesito salvar a nadie. Intento brindarme al máximo.
- ¿Cómo te trató Tucumán?
- Siempre es lindo venir al interior del país. Al tenernos tan lejos a nosotros, el cariño llega el doble. Yo no lo puedo creer, a veces se largan a llorar cuando me ven y todavía no caigo. Siempre me sorprende eso. Las empanadas estaban muy, pero muy buenas. Y la milanesa fue al plato, con ensaladas para cuidarse. Queremos volver para ir a un lugar que se llama Los Eléctricos, nos dijeron que es muy rico.
- ¿Con qué te quedas de la provincia?
- Con el tamaño de la milanesa y, sobre todo, con el cariño de la gente. Son súper cordiales al pedirte una foto o una firma.