Qué hizo Fito Páez al enterarse del asesinato de su familia: el día más oscuro de su vida

Qué hizo Fito Páez al enterarse del asesinato de su familia: el día más oscuro de su vida

El día que asesinaron a su abuela y a su tía, el músico se encontraba de gira por Brasil. ¿Qué fue lo primero que hizo cuando regresó a Rosario?

Fito Páez, junto a su abogado Albino Stefanolo en la comisaría tercera de Rosario, tras el crimen de sus familiares. (Gentileza Diario La Capital de Rosario) Fito Páez, junto a su abogado Albino Stefanolo en la comisaría tercera de Rosario, tras el crimen de sus familiares. (Gentileza Diario La Capital de Rosario)
10 Mayo 2023

Luego del lanzamiento de la serie “El amor después del amor”, la cual retrata la vida de Fito Páez, muchos seguidores del cantante indagan sobre aquel fatídico día en el que su abuela y tía fueron brutalmente asesinadas

El músico, que en ese momento se encontraba en Brasil, reaccionó fuertemente ante la muerte de quienes ocuparon el rol de madres en su vida: el alcohol, pastillas y el llanto desconsolado marcaron aquella inolvidable fecha en la carrera de Fito.

Las víctimas eran Josefa Páez y Belia Zulema Ramírez de Páez, las dos “mamás postizas” de Fito. Fue el día más oscuro del músico, el que marcó a fuego su vida y su música, del que se ocupa uno de los capítulos de la exitosa serie biográfica del artista en Netflix.

Un caso que se resolvió por azar cuando se encaminaba a la impunidad en la Justicia de Rosario.

Cómo fue el brutal crimen de la abuela y tía de Fito Páez

El marido de Fermina Godoy, una empleada doméstica de 33 años que trabajaba en la casa de Belia Zulema, fue a buscar a su esposa a la casa donde prestaba servicios, un viejo caserón de Rosario habitado por dos ancianas desde hacía más de 50 años.

Cuando llegó, aquel 7 de noviembre de 1986, se extrañó de que nadie le respondiera a pesar de que se escuchaba una radio. Así que forzó la entrada, para encontrarse con una escena de horror: su mujer tendida en una cama, aferrada aún a un trapo de limpieza, muerta. Las dos ancianas también.

La abuela de Fito, de 76 años, y su prima Josefa, de 80, tenían heridas profundas en el cuerpo, provocadas por un estilete. La empleada doméstica también había sufrido un disparo en la cabeza.

Fito Páez, en 1965, con su abuela y su tía abuela. (Foto Twitter Fito Páez) Fito Páez, en 1965, con su abuela y su tía abuela. (Foto Twitter Fito Páez)

Cuál fue la reacción de Fito Páez cuando se enteró del crimen

El día del aberrante crimen, Fito estaba en Río de Janeiro, de gira, cuando se enteró del drama. Y el impacto fue profundo. La madre del músico había fallecido cuando él tenía apenas ocho meses, y su abuela y su tía habían llenado ese vacío. Un cuarto de hotel destrozado, whisky y Lexotanil fueron las primeras reacciones a lo impensable.

“Adoraba a la abuelita”, repetían algunos vecinos, conmocionados, sobre el músico. La identidad del asesino era un misterio absoluto. No había huellas ni objetos de valor robados, salvo algunas chucherías. La Policía detuvo al marido de Fermina, así como a una pareja allegada a los Páez, pero todos fueron liberados a las pocas horas.

Fito Páez, junto a las dos mujeres y su papá. (Gentileza Diario La Capital de Rosario) Fito Páez, junto a las dos mujeres y su papá. (Gentileza Diario La Capital de Rosario)

Al regresar de Brasil, Fito se presentó en la seccional tercera, en medio de un revuelo de cámaras, periodistas y curiosos. Habló con el comisario sobre la rutina de las mujeres y sus vínculos y al salir se mostró predispuesto a hablar, aunque de entrada mostró las uñas de animal herido: “Ojo, loco, al primer zarpe me voy. En mis recitales no aparece nadie y ahora están todos”, le apuntó a un camarógrafo especialmente excitado.

Al recordar a sus “madres”, se soltó: “Mi abuela y mi tía eran las personas que más quise. Para mí eran como dos madres. No puedo creer esta cosa loca que ha ocurrido. No la entiendo. Es muy poco lo que puedo decir, con todo el lío que tengo en el mate. Vine a contar cómo vivía mi familia en su casa, porque puede servir a la investigación; a contar cómo vivían esas maravillosas mujeres”.

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