La vuelta a la operatividad de la ruta 338 a San Javier trajo consigo el regreso de los turistas y paseantes a los caminos de los cerros tucumanos. En los últimos días se viralizó en redes sociales una comparativa con fotos del antes y el después del puente de El Rulo y los internautas tucumanos estallaron enojados.
El pasado 13 de abril se habilitó el paso a San Javier por la zona de El Rulo, en la ruta provincial 338 y, tres semanas después, la Dirección Provincial de Vialidad retomó los controles en la infraestructura.
Pasa un micro de dos pisos por el nuevo puente del rulo o le pidieron en el ángulo? pic.twitter.com/erGGaadIWX
— Tucumán ARDE chango! (@tucumanarde) May 4, 2023
Enojo por cómo se ve el puente de El Rulo
La estructura vieja, la que vialidad debió quitar, era una pieza característica de la estética del camino a las yungas que impregnaba de cierto romanticismo el camino a San Javier. La vegetación había cubierto la superficie de piedra del arco, disfrazando al puente y haciéndolo parecer una parte más de la montaña.
El nuevo puente, en cambio, luce en todo su esplendor su figura limpia, sin verde, sin vegetación que disfrace el gris del material de construcción y el apagado plateado metálico. Fue por ello que la estética indignó a los tucumanos
Las críticas a la obra en El Rulo
Entre las publicaciones que más comentarios recibieron, un usuario comentó: “Hoy en un nuevo capítulo de ‘seamos cada días más mersas’ te enseñamos como destruir algo lindo que combina con su entorno natural y reemplazarlo por lo más grasa que se te ocurra”. “Era bellísimo, ahora es un bodoque”, criticó otro.
También hubo quejas por la demora de la obra que, en principio, debía durar solo tres meses pero se extendió por casi medio año. “Acá son capos para hacer cosas feas, pero la obra del rulo debe ser una de las más feas horribles, larga y cara de la historia de Tuculandia”, fustigó otro internauta.
Por qué cambiaron el puente de El Rulo
Según explicó Adolfo Rodríguez, jefe de Estructura de Vialidad Provincial, la obra reemplazó a dos trabajos anteriores que terminaron colapsando “por el desplazamiento permanente que tiene la ladera del cerro San Javier”. “Eso hizo necesario que cambiáramos el tipo estructural, muy a pesar del gusto de mucha gente que apreciaba mucho la imagen bucólica de la bóveda anterior”, explicó Rodríguez.
Hay quienes aseguran, sin embargo, que recuperar la estética anterior del puente será solamente cuestión de tiempo dado que la humedad y la abundante vegetación de las yungas volverán a permitir que el verde cubra la estructura.