El clima hizo de las suyas y obligaron a cambiar los planes de la delegación de Atlético en Córdoba. La lluvia provocó que Talleres diera marcha atrás con la decisión de prestar la cancha de su estadio en Barrio Jardín para el último entrenamiento del “decano”, previo al partido de esta tarde contra Belgrano. Fue necesario buscar rápidamente una alternativa para el ensayo. Como el día venía gris, Lucas Pusineri prefirió una cancha privada de fútbol 5 o 7, básicamente techada.
Pero después del mediodía, cuando la lluvia se calmó un poco y a partir de las gestiones del gerente Hugo Bermúdez, Talleres accedió a prestar una cancha auxiliar en el predio que utiliza para los entrenamiento. Entonces, se preparó la logística para recorrer los 30 kilómetros que separan al hotel del predio “Amadeo Nuccetelli”.
Previa siesta (respetada a rajatabla por toda la delegación), a las 16 estaban todos en el hall del hotel, listos para abordar el ómnibus. Y otra vez un contratiempo: un desperfecto mecánico retrasó la salida. “En 20 o 30 minutos puede estar aquí otra unidad”, dijo el chofer, pero Pusineri prefirió el plan B, gestionado desde el mediodía. “Vamos a la cancha techada nomas”, dio la orden el DT y todos caminaron los 350 metros hasta la “canchita”.
“Hay Fútbol” abrió las puertas a la delegación, mientras en el salón se preparaba el cumpleaños de 8 años de Lautaro, que veía asombrado a los jugadores “decanos” mientras esperaba a los invitados con la torta y las velitas listas. “Mirá, ahí va el ‘Polaco’”, cuchicheaba un grupo de niños, divirtiéndose en el tobogán y señalando a Cristian Menéndez.
Los trabajos tácticos quedarán para la charla técnica de esta tarde, ayer sólo hubo tiempo para mover un poco las piernas, Y qué mejor que iniciar las actividades con el tradicional “loco”, del que participó hasta Pusineri y que tuvo a Mateo Coronel, Nicolás Romero y Renzo Tesuri como los perdedores que debieron enfrentarse al “puentecito” de la muerte. Luego Matías Villavicencio tomó la posta y armó un campeonato de fútbol 5 que se jugó con el cuchillo entre los dientes.
“Dale, dale, cinco minutos y cambiamos, vamos que es por los puntos”, arengó Villavicencio mientras repartía las pecheras. A partir de ahí, el entrenamiento se transformó en un ‘picadito’ de recreo de secundario. Las risas, las apuestas, los gritos y las bromas no faltaron. El más activo era Guillermo Acosta.
“Bien, bien, metele carnicero, no le mezquinés, amigo”, le gritó a Francisco Flores cuando intentaba marcar y Marcelo Estigarribia aguantaba la pelota de espaldas. “No dejés que la aguante así”, repitió varias veces. “Fundilo, fundilo... bien ‘Chuchú’, bien”, le dijo a Lucas Naranjo cuando le tiró un “sombrerito” a Joaquín Pereyra, que no lo dejó avanzar después del lujo. “No te hagas el pícaro que estamos en Córdoba, no en La Banda”, le gritaron desde la platea, porque Naranjo la pisaba como en el barrio.
Los goles se gritaron como si valieran los puntos que se ponen en juego esta noche. Coronel, Menéndez, Bianchi y Tesuri fueron algunos de los que convirtieron y, por supuesto, los gritos se multiplicaron, recordando esos recreos pateando botellas, tapitas o latitas de gaseosas que improvisaban una pelota.
“Esto es así, primero la lluvia, después se rompió el micro, hay que ponerle buena cara e improvisar”, deslizó Pusineri mientras observaba con los brazos cruzados.
“Equipo azul, cinco puntos, son los campeones”, gritó Villavicencio cuando terminó el torneo relámpago: Tomás Marchiori, Francisco Flores, Pereyra, Marcelo Ortiz, Agustín Lagos y Menéndez fueron los que terminaron coronándose, pero no hubo tiempo para festejos, Lautaro y sus amigos ya estaban listos para entrar a la cancha y continuar con el festejo de cumple que se vio interrumpido por Atlético. Por suerte siempre hay un plan B en el bolsillo.
Tiene una duda en el “11” inicial
Como ya es una costumbre, Pusineri anunciará el equipo titular esta tarde, antes de dar la charla técnica. Sin embargo, por lo que se vio en el ensayo del jueves, el DT repetiría el equipo que viene de empatar con River. Matías Orihuela, recuperado de una sobrecarga muscular o Wilson Ibarrola; esa es la única duda para visitar esta tarde a Belgrano, desde las 18.