La causa por el crimen del puestero del Mercofrut está teniendo un inesperado desarrollo. Las sospechas entre los mismos familiares y los enredos judiciales que se van suscitando con el correr de las audiencias generan dudas y un manto de incertidumbre sobre cómo finalizará el expediente.
El 30 de marzo, dos jóvenes ingresaron a ese lugar y se dirigieron al puesto de Luis Granito (64), uno de los más importantes del Mercado de Concentración Frutihortícola. Al parecer, en un intento de robo, los supuestos asaltantes dispararon contra un changarín y luego al comerciante. El primero logró recuperarse, mientras que el otro murió horas después.
Dirigidos por el fiscal Carlos Sale, efectivos de Homicidios aprehendieron a dos sospechosos. Facundo “Seso i’ Pollo” Lazarte y Eduardo Coria. Uno de ellos, al parecer molesto porque no lo hicieron partícipe del dinero conseguido en el botín, decidió declarar y dar a conocer los nombres de las otras personas que participaron en el caso.
Días después, los investigadores detuvieron a César “Japonés” Monteros, el changarín que había sido herido en el ataque, por ser el supuesto entregador. También identificaron a otro adolescente que fue entregado por sus padres a las autoridades, pero por tener 15 años, nunca fue imputado en el hecho. El martes, luego de varias semanas de búsqueda, personal de Homicidios, al mando de los comisarios Miguel Carabajal, Diego Bernachi y Jorge Dib, atrapó a Emanuel “Gasparín” Juárez. Diferentes jueces les dictaron la prisión preventiva por estar acusados de homicidio criminis causa, agravado por el uso de arma de fuego, en concurso real con robo agravado por el uso de arma de fuego operativa y por ser cometido en poblado y en banda; salvo el menor por ser inimputable. Sólo quedaría detener al sexto sospechoso, que sólo fue identificado como un tal “Johnny”.
Acusaciones
La causa, que parecía camino a esclarecerse, tuvo un inesperado giro. Las complicaciones surgieron por los familiares de la víctima. Solicitaron asumir el rol de querellantes en la causa Renzo Granito, hijo del puestero que es representado por Javier Lobo Aragón y Aníbal Paz; y María Victoria Bartolini, viuda del comerciante que es patrocinada por Arnaldo Ahumada y Julián Giovanello. El fiscal Sale fracasó en su intento de convencer que se unieran para acelerar el proceso. Pero nunca lograron llegar a un acuerdo.
“No podemos aceptar esa propuesta porque sospechamos que el entorno cercano a la viuda podría estar involucrado en el caso”, explicó Lobo Aragón. “Hay numerosos puntos extraños que merecen ser esclarecidos”, añadió en una entrevista con LA GACETA.
Los representantes de Renzo Granito señalaron que en el expediente surgieron varios indicios que deben ser investigados. “Los acusados son personas que trabajan en el Mercofrut y que, según la información que manejamos, están relacionados con esa familia. Es notorio y, consta en el expediente, que muchos testigos decidieron no hablar por temor o porque ellos dijeron que no lo hagan. ¿A qué le tenían miedo? ¿Por qué no querían que hablaran?”, se preguntaron los profesionales.
Lobo Aragón detalló además que antes de que se registrara el crimen hubo algunos acontecimientos extraños. “Mi representado fue agredido por una persona. Por ese motivo, hemos solicitado una medida de protección porque sigue recibiendo amenazas”, explicó. “Antes de que lo asesinaran en un asalto en que no le extrajeron nada, Granito sufrió un millonario robo en su casa. Desconocidos se apoderaron de una importante suma de dinero sin que nadie haya forzado ninguna puerta y sin que revolvieran la casa. Él estaba molesto por esa situación y se lo había comentado a mi representado”, agregó el profesional.
Desatino
“Es una verdadera locura que se insinúe todo esto. Es un enorme desatino porque estamos hablando de que no se respeta el dolor de la viuda. No sólo está viviendo una mala situación por lo que vivió, sino que estuvo en el lugar cuando ocurrió”, señaló Ahumada en una entrevista con LA GACETA.
El profesional dijo que su representada le había encomendado la misión para que hubiera una sola querella. “La idea era que nos unamos para que el caso se esclareciera lo más rápido posible. Ahora nos salen con esta locura. No lo puedo creer”, explicó.
“En ninguna parte del expediente surgen elementos para que el hijo haga este tipo de acusaciones. La verdad es que no entendemos qué es lo que están buscando. Insisto, ni siquiera respetan el dolor de una mujer que acaba de perder a su ser querido”, finalizó.
Hasta el momento, la teoría del caso de la fiscalía es que se trató de un homicidio en ocasión de robo. De mantenerse las diferencias entre las querellas y las del representante del Ministerio Público, un juez deberá resolver quién tiene la razón.